Algo va mal cuando tus personajes empiezan a
bromear sobre que todos ellos mueren para volver a la vida poco después. Y no, no son zombis. El
efecto sorpresa de morir desaparece, el de reaparecer también.
Sé que escribo una novela
sobre superhéroes y que en los cómics los héroes sólo mueren para regresar años
después (o meses después). Nadie muere en los tebeos.
Me da igual, como fan pienso
que muchas resurrecciones han sido estúpidas y que muchos personajes estaban
mejor criando malvas bajo tierra que dando la lata en vida. Incluso, para mí,
ha habido personajes que lo mejor que han hecho en su vida es… Morir.
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El escritor y su arma homicida. |
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Resucitas más que Jean Grey. |
Lo que me pasa a mí es que he
matado a muchos para resucitarlos y es casi ridículo. La mayoría merece una
muerte terrible y dolorosa y fin. ¿Qué le gustaban a alguien esos personajes? A
mí el primero, pero si mueren, bien muertos han de estar... Creo yo.
La idea de matar a un
personaje es que cause el mismo impacto que en la vida real... La resurrección tendría que ser impactante y más o menos pausible. Cuando son muchas, la muerte se convierte en un chiste (qué curioso que
solo resuciten los héroes…)
La resurrección se carga cosas positivas
que tiene el asunto de cargarte personajes.
Los escritores son grandes
asesinos de entes ficticios.
Por eso me he asegurado de que
la mayoría de los personajes que “han muerto de broma” mueran definitivamente
en la corrección.
Soy un asesino de personajes.
Lo siento.