Pure Invention de Matt Alt
Lo escuché en audiolibro, para pasar el rato, y me sorprendió por cómo es capaz de divulgar sobre la historia de Japón y, a su vez, hablar de los inventos nipones que han cambiado el mundo. Es un repaso ameno por la tecnología, la moda y el arte, perfecto para cualquier amante del mundo japonés.
Cadáver exquisito de Agustina Bazterrica
En el club de lectura del instituto, una alumna me lo recomendó y, más tarde, asistí a una conferencia de la autora en el Celsius 232, así que empecé el nuevo curso leyéndolo y puedo decir que ha sido una de mis lecturas favoritas y que me ha hecho reflexionar sobre cómo ya nos alimentamos de otros humanos, no de forma literal, sino metafórica, a través de graves problemas como el tráfico de personas, la explotación laboral, etc.
En el bosque, bajo los cerezos en flor de Ango Sakaguchi
Este verano leí a muchos autores como Lafcadio Hearn, pero el que se llevó la medalla de oro fue Ango Sakaguchi con estos tres relatos capaces de mezclar terror, morbosidad y fascinación. Podríamos describirlo como una especie de Edgar Allan Poe japonés, pero no creo que fuese justo: Sakaguchi es un autor brutal que no dejaré de recomendar y que vale la pena por sí mismo.
Interesante remake del clásico del terror que se salvó de la ira de la viuda de Bram Stoker gracias a la piratería. Eggers le da su propio toque, Bill Skarsgård es un genio del terror y Lily-Rose Depp está magistral, pero en algunos aspectos, me quedo con el remake de Herzog, quizá, sobre todo, por su atmosférica música de Popol Vuh.
Vagabond de Takehiko Inoue
Llegué a este manga esperando katanazos de manos del creador de Slam Dunk y la biografía del mítico Musashi Miyamoto y me acabé topando con un ensayo sobre lo que significa la vida. Aunque inconclusa, una joya con un apartado gráfico sublime.
Welcome to Derry de Andy Muschietti (y cía)
Me esperaba poco o nada de esta precuela de It, después de la decepcionante Capítulo 2, pero esta serie basada en los interludios me ha sorprendido gratamente, porque, además, entabla un diálogo con la novela original muy interesante. Además, es infinitamente mejor que la quinta temporada de Stranger Things y sí, me encanta pegarle porrazos a Stranger Things cuando menos te lo esperas.
Sobre Shunkin de Tanizaki Junichirō
Historia de obsesión entre una mujer ciega que toca el shamisen y su cuidador, un hombre que la ama pese al maltrato. Parece una historia mínima, pero si entras en su juego, es una de esas novelas que se te quedan grabadas en la retina (je).
Split Fiction de Hazelight Studios
Videojuego multijugador en el que tu compañero de juego y tu encarnáis a dos escritoras que se someten a un experimento para viajar por los mundos de ficción que habitan en su mente. ¿Cómo no me iba a encantar esta locura? ¡Imposible aburrirse!
David G. Miño tiene la culpa. Me lo recomendó en su día y me dio por leerlo el pasado verano y se convirtió en una de mis novelas favoritas. Trata del lado oscuro de Japón y, por supuesto, de los occidentales que, mediante el turismo más siniestro, lo quieren transformar en un parque temático para celebrar lo perverso. Fascinante.
Ataque a los titanes de Hajime Isayama
El anime me marcó sobremanera y quise descubrir el manga. Pese a que el dibujo de Isayama sea discutible, su historia es una de las más importantes de lo que llevamos del siglo XXI. Mientras que algunos se quedan con la acción, yo me quedo con el drama y la idea de que quizá nosotros, que nos creemos héroes, somos los auténticos villanos de la historia.
Expédition 33 de Sandfall Interactive
Pese a las polémicas recientes sobre el uso de IA y más antiguas (sobre si era un indie o no), este videojuego sobre un grupo de personajes que luchan contra el memento mori me encantó y me ha hecho ver Francia de otra manera. Además, lo he usado como herramienta didáctica para fomentar la lectura en la ESO, así que ya, por eso, me encanta. Ya sabéis lo que dicen en el videojuego: ¡para los que vendrán después!
Soara y las casas de los monstruos de Hidenori Yamaji
Soara es una joven recluta que consigue convertirse por fin en cazadora de monstruos... justo cuando se llega a la paz entre los humanos y las criaturas fantásticas que pueblan su mundo. ¿Qué hará ahora? Tras cruzarse con unos enanos, Soara acabará usando sus talentos para convertirse en la constructora de las casas de los seres que juró destruir. Carismática, original y llena de fantasía, Soara y las casas de los monstruos es lo que debería ser la cozy fantasy y no tomaduras de pelo como El café de las leyendas.
Goodbye, Eri de Tatsuki Fujimoto
Si bien considero que el creador de Chainsaw Man debería terminar ya la serie del Pibe Motosierra (pese a lo buena que fue el Arco de Reze), este año me vi Look Back y las adaptaciones de sus historias cortas. También pude leer esta, que me recordó a la película Afterschool de Antonio Campos. Un chaval graba los últimos momentos de la vida de su madre y, tras la reprimenda de sus compañeros, se hace colega de una extraña chica...
Kimetsu no Yaiba de Ufotable
Empecé la serie en 2019, pero no ha sido hasta este año que consiguió engancharme. Como ejemplo, llegué a la cuarta temporada el último día en el que estaba en el cine la película de La fortaleza infinita. Pues bien, esa tarde me pegué toda la temporada y por la noche vi la película. Al día siguiente, estaba mareado como un perro, pero todo sea por Tanjiro, Inosuke, Nezuko y compañía.
Confesiones de Kanae Minato
Vi la película en 2013, pero no fue hasta este año en el que pude leer el libro, porque me lo regalaron por mi cumpleaños. Es una obra muy dura, sobre la venganza que una maestra emprende contra los alumnos que asesinaron a su hija pequeña. Y, en el fondo, también es una exploración de la educación, la juventud, el mal...
Película de fantasía romántica donde, a través de las aventuras de su protagonista, se habla del trauma por el terremoto de 2011. Maravillosa por su uso de la imaginación, la animación y la música, le perdono lo empalagoso o repetitivo que puede ser el director de Your Name. De mis favoritas.
Recuerdo que llegué a esta película esperándome una peli de samuráis sin más y me acabé encontrando con una obra maestra que, a través del suicidio de un samurái, nos relata cómo la mentalidad japonesa, basada en las apariencias y el honor, condujo a toda su sociedad a la autodestrucción. Kobayashi habla de los samurái, pero también habla del Japón que fue a la Segunda Guerra Mundial. Magistral.
Aunque el manga no terminó de engancharme, sucumbí al anime este verano y se convirtió en una de mis obras favoritas. Tanto que la considero un ejemplo a seguir dentro del género frente a las mamarrachadas actuales, como toda esa corriente que idolatra al pesado de Brandon Sanderson. ¡Con muchas ganas de su segunda temporada, que se estrena en enero!
Conclusiones
Mirando atrás, puedo decir que este 2025 fue el año en que más obras japonesas he disfrutado (también estoy con otras como Naruto, Gintama, InuYasha, Hell's Paradise...). ¡Echo mucho de menos ese país y me encantaría volver en el futuro!
En cuanto a películas y series, he visto menos que otros años. Lo mismo se puede decir de libros y cómics, que he llegado a casi 150, pero, sobre todo, manga, tebeo y audiolibros. Por desgracia, tuve algunos contratiempos a finales de año que mataron mi hábito de lectura. A principios, por cierto, estuve en un club de lectura al que espero volver y así animarme a retomar mi deseo lector.
Como juntaletras, periodista y profesor, hablaré más en un futuro post, igual que hablaré de las decepciones de este 2025, que también las ha habido.
Pero antes, una última pregunta: ¿cuáles han sido tus obras favoritas de 2025? ¡Te leo en los comentarios!
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