Relato: Carta de suicidio

“Carta de suicidio: Las famosas últimas palabras”.

Imagen libre de derechos.

En el día que sea del mes que no recuerdo del año que no me importa
Querido/a quien seas:
Sólo hay una salida cuando tu vida se va a la mierda. ¿Cuál es? Si nada de lo que haces tiene un sentido, si todo es un asco, si sientes que estas malgastando tu tiempo, lo que tienes que hacer es fácil. La respuesta es… evidente. Llega hasta el final de esta nota, por favor.

*

Me he pasado casi un año sin salir de mi casa.
Me he pasado casi un año llorando sin lágrimas.
Me he pasado casi un año haciendo de la vida de mucha gente un infierno inevitable.
Me ha pasado casi un año sin salir de mi casa… hasta ahora… He tomado una decisión…

*

Si te pasa todo eso, sólo hay una salida: ir hacia el abismo.
Si te pasa todo eso, sólo hay una salida: rezar porque lo que tenga que pasarte, sea rápido.
Si te pasa todo eso, sólo hay una salida: respirar lo que puedas.

*

El mundo no tiene nada que te haga seguir adelante.
La gente a la que querías ya no te quiere.
Te has hundido en tu propia miseria… De repente, te detienes y te das cuenta de todas las cosas que has perdido: amigos, novias, momentos, amaneceres, sonrisas, besos, saludos, viajes, música…

*

Si tu mejor amigo…
—Somos colegas, hasta el fin, tío.
… decide convertirse en tu peor enemigo…
—Siempre fuiste alguien que no tuviste que existir.
Si todos aquellos buenos momentos…
— ¿Vamos a la tienda de discos? Tienen un par de joyas en vinilo.
… se convierten en una espina…
—Me da igual los putos discos, ahora me gusta otro tipo de música. ¿Elvis contra Lady Gaga? Tío, estás loco. Siempre pensé que eras un gilipollas.
Si de pronto las buenas palabras…
—Muchas gracias por estar ahí en los peores momentos. Tío, estuve a punto de convertirme en un maldito delincuente. Menos mal que me enseñaste algo de música y junto a la peña me salvaste. Me ayudaste a abrir los ojos.
… se transforman en puñaladas…
—No recuerdo que fuese mejor ser tu amigo que ser un delincuente. Nunca fuisteis mi amigo, sólo queríais manipularme… Ésa es la única verdad. Me habéis jodido, menos mal que ahora he abierto los ojos de verdad.
Recuerdo cuando tuve un mejor amigo y, mientras vagamos por las calles solitarias hacia la tienda de discos, me decía eso de que éramos colegas hasta el fin. Le creí, ¿por qué no? Envejeceríamos y seguiríamos recordando tantas gilipolleces que hicimos juntos. Era un buen plan.
También me acuerdo del momento en que decidió dejar de ser mi amigo. Fue justamente en el instante en que le dijeron que no confiase en una persona tan radical, con tendencias tan autodestructivas. En el fondo fue algo así como, cuando se corte las venas que su sangre no te salpique.

Si te pasa todo eso, sólo hay una salida: ir hacia el abismo.

*

Si la chica que te gustaba…
— ¿Nunca te he dicho lo encantador que eres, chico?
… decide convertirse en una chica que no deseas cerca de ti…
—Nunca pudo gustarme una persona como tú. Nunca he tenido mal gusto.
Si todos los momentos llenos de dulzura…
— ¿Puedes hacer que yo sonría para siempre?
… se convierten en instantes plagados de pesadumbre…
—Siempre fuiste un imbécil, ¿por qué entonces iba a dejar de reírme de ti? ¿Tus amigos? Ya no tienes ningún amigo, básicamente porque los has perdido. Tú queriendo ser el alma de todos, sólo te has convertido en algo a lo que dar una buena patada.
Si de pronto los halagos…
—Me gustaría despertarme contigo siempre. Me gustaría que lo primero que viera fueran tus ojos. Me gustaría que cada mañana me pudiera fundir contigo en un beso. Me gustaría estar siempre contigo.
… se convierten en insultos…
— ¿Por qué no puedes dejar que el resto piense algo de mí? ¿Por qué no puedes dejar que los demás me vean? ¿Son celos? ¿Sólo por tontear? Nunca he sido tuya, nunca te he prometido nada, nunca he querido nada de ti… ¿Por qué quieres todo de mí?
Recuerdo cuando tuve a una chica guapa a mi lado y yo reía mientras me sonreía, notando su respiración agitada junto a la mía. Fue la primera vez que dijeron de mí que era encantador y no lo acompañaron del complemento “de serpientes”. No podía creerme que pudiera decírselo a todos.
También me acuerdo de alejarme antes de que el dolor por su pérdida me reventase, ella se lo tomó como un agravio. No sé si llegaba a entender que no quería que sufriera ni ella ni yo, que simplemente quería hacer como si no nos hubiéramos existido. Así pase de ser encantador a cerdo.
Si te pasa todo eso, sólo hay una salida: rezar porque lo que tenga que pasarte, sea rápido.

*

Si tu grupo de amigos…
—En el fondo, no está mal soportarte, tío… ¡Es broma!
… decide convertirse en alguien que te destripe, tras o delante de ti…
—Eres tan ridículo. ¿Por qué te crees mejor que nosotros?
Si todos esos instantes felices…
— ¿A quién demonios se le ha ocurrido traer globos de agua? ¿Eso es una pistola de agua?
… se convierten en minutos que te harían llorar una eternidad…
— ¿Cómo quieres que las cosas vuelvan a ser como antes? Eso es imposible. Sabemos cómo eres, sabemos lo que has hecho. ¿Cómo quieres que te perdonemos?
Si de pronto los ánimos…
—Venga, mucho ánimo. Siempre hemos pensado que deberías contar algo más de ti y de todos esos problemas que tienen, pero lo respetamos. Somos tus amigos, ¿sabes? Vamos a estar ahí hasta el final.
… se transforman en golpes que te hundirían bajo tierra…
—No cuentes con nosotros nunca más. Será como si no existiéramos. Tanta tontería… tanta idiotez, tanto silencio incomprensible, tanta basura… Por favor, vete. Te olvidaremos… No, no, espera… Ya te hemos olvidado.
Recuerdo cuando tuve una pandilla de amigos con los que hundirme en una tienda de discos o poder tomar unas copichuelas, a la vez que compartíamos nuestras odiosas vidas, inundadas de problemas, sueños rotos y estupideces varias. Éramos infames aguafiestas y nos adorábamos fuertemente.
También me acuerdo, curiosamente, cuando ese grupo se fue alejando. Nunca fui bueno del todo con ellos. Realmente, mis tendencias autodestructivas sólo eran buenas para gente que también las tenía. De pronto, pase de ser simpáticamente insoportable a ridículo. Todo eso cambió.
Si te pasa todo eso, sólo hay una salida: respirar lo que puedas.

*

Jamás olvidaré hablar con mi mejor amigo de discos en aquella atiborrada tienda y hacernos amigos del propietario, con quien podías hablar de cualquier disco hecho jamás.
Nunca podré olvidar cómo mi mejor amigo dejó de gustarle los vinilos y considero a los de aquella tienda unos estafadores por el precio de las joyas de vinilo.
Jamás olvidaré cuando ella flirteaba conmigo, regalándote ese tipo de sonrisas que te convierten en el tipo más afortunado del mundo.
Nunca podré olvidar como esas sonrisas se transformaron en rabia cuando quise alejarme de todo y de todos.
Jamás olvidaré que tuve a un grupo de amigos con los que pasar el verano tirando globos de agua y tomarnos algo mientras hablamos de música.
Nunca podré olvidar como esas personas se alejaron cuando intenté acercarme de nuevo a ellos y me espanté de todo lo que había cambiado.
Me hace tener sueños cada instante que perdimos sabiendo que nos habíamos salvado.
Me hace tener pesadillas cada instante que perdimos.
Me hace tener sueños los momentos en que ella era lo que yo soñaba que era.
Me hace tener pesadillas los momentos en que descubrí que sólo soñaba.
Me hace tener sueños en los que sonrío cuando sonreía con vosotros.
Me hace tener pesadillas saber que no podré sonreír de nuevo con todos vosotros.

*

El mundo no tiene nada que te haga seguir adelante… Porque no has mirado demasiado bien.
La gente a la que querías ya no te quiere… Quiere entonces a todos, alguien ahí fuera te quiere.
Te has hundido en tu propia miseria… Pero tú puedes salir de ella y darte cuenta de todas esas cosas que no quieres perder: amigos, novias, momentos, amaneceres, sonrisas, besos, saludos, viajes, música…

*

Si te pasa todo eso, sólo hay una salida: ir hacia el abismo.
Si te pasa todo eso, sólo hay una salida: rezar porque lo que tenga que pasarte, sea rápido.
Si te pasa todo eso, sólo hay una salida: respirar lo que puedas.

*

Me he pasado casi un año sin salir de mi casa.
Me he pasado casi un año llorando sin lágrimas.
Me he pasado casi un año haciendo de la vida de mucha gente un infierno inevitable.
Me ha pasado casi un año sin salir de mi casa… hasta ahora… He tomado una decisión…
Vivir, porque morir es muy fácil, llorar es innato y sonreír es lo verdaderamente complicado. Por eso, decido seguir viviendo, hasta el final.


Sólo hay una salida cuando tu vida se va a la mierda. ¿Cuál es? Si nada de lo que haces tiene un sentido, si todo es un asco, si sientes que estas malgastando tu tiempo, lo que tienes que hacer es fácil. La respuesta es… evidente: no tener miedo a seguir viviendo. Hazlo tú también, por favor.
Suicida a esa parte de ti mismo que no lo quiera.
Hasta pronto,
Alguien que te quiere.


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