"Sabes, creo que hay algo ahí. Conozco a escritores que no parecen estar dañados y afirman haber tenido infancias felices y son adultos bien adaptados, pero a veces, cuando les escucho decir eso, me pregunto si están mintiendo, y solo esconden sus cosas. Creo que los mejores escritores escriben desde el corazón, las tripas, al igual que con la cabeza. Y para mí eso ocurrió muy pronto, en 1971. Había publicado un par de historias. Supongo que era un escritor bastante bueno, solo contando una historia, utilizando palabras de una manera aceptable. Pero mis primeras historias eran historias intelectuales. Estaba publicando historias sobre cosas de las que no sabía nada, solo cosas en las que había pensado. Algún problema político o algo así. Pero todas son de este tipo de historias intelectuales o historias de aquí-hay-una-idea-guay. Esas no eran muy profundas. Pero en el verano del 71 empecé a escribir historias que casi dolían, que eran dolorosas para mí, y esas eran las historias donde casi te estás exponiendo, estás exponiendo tu vulnerabilidad como escritor. Si no llegas nunca a ese punto, nunca vas a ser un gran escritor. Podrías ser uno de éxito, uno popular, pero tienes que sangrar un poco sobre la página para llegar al siguiente nivel".
GEORGE R.R. MARTIN.
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Juego de tronos. Fuente. |
El escritor George R.R. Martin comentaba esto en una entrevista que merece la pena leer y creo que da varios apuntes claros para cualquiera que desee dedicarse al mundo de la literatura.
A veces, hay que escribir cosas que nos hagan sangrar y, aunque siempre lo he intentado (hay cosas en Hollow Hallows que siento que son "muy mías"), debo señalar que también lo he intentado con M is for Magic, aunque sea una obra de género fantástico, porque incluso la fantasía puede enmascarar nuestros miedos, tragedias, dolores... Eso pienso.
No sé si esto hace mejor nuestras historias, pero puede que sí las haga más intensas y nos ayuden a compartir por lo que hemos pasado. Hay grandes novelas que nos ayudan a lo largo de nuestra vida, ¿por qué no intentar ayudar a un lector que ha pasado por alguna experiencia similar a la nuestra (o no, solo que esté dolido) dándole ficción de calidad?
¿Y vosotros? ¿Sangráis cuando escribís o lo guardáis?