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Póster de The Zygon Inversion. Por Stuart Manning. |
Me di cuenta de que la violencia y la guerra en la realidad eran inútiles desde que crecí lo suficiente para pensar en el destino de los secuaces que morían en las películas. A menudo, vemos filmes donde un secundario (que está con los malos) muere de una forma absurda, rápida (o terrible) y ya está, seguimos con el héroe, sin preguntarnos si el "enemigo" abatido tenía una familia, amigos... Alguien que le llore. Fue entonces cuando pensé que los mejores héroes eran aquellos que no tenían que cruzar la línea y convertirse en monstruos (al menos en la realidad, aunque ¿quién sabe?).
Años más tarde, vi la película War Horse de Steven Spielberg, que adapta la novela, y pensé en lo inútiles que eran las guerras, sobre todo, por la escena en que el caballo se queda atrapado en el frente, entre las dos zanjas enemigas, en tierra de nadie, y un soldado de cada bando acude a socorrerlo. Ambos soldados acaban charlando sobre sus vidas y los demás (tras las trincheras) se quedan bien atentos, lanzando las tenazas como una nube cuando son necesarias, e incluso dándose cuenta que más allá del odio que se les ha inculcado, en el fondo, podrían ser amigos. Solo ha sido el azar y el destino el que les ha puesto bajo banderas contrarias (o bajo las órdenes de gente que no sabe arreglar las cosas hablando...).
Volví a pensar en todo esto cuando vi el capítulo de Doctor Who: The Zygon Inversion, una sorpresa inesperada porque no aguardaba más que un capítulo que terminase lo abierto por el episodio anterior y ha terminado poseyendo una escena que salva esta aventura en dos partes, una escena tan grande que me ha hecho escribir este post y confesar que Peter Capaldi interpreta a mi Doctor favorito (justo tras el Doctor de David Tennant) de todos los que ha habido tras el renacer de 2005. Todos recordamos la escena en que el Doctor nos gana, cuando su nueva encarnación se transforma en una de nuestras favoritas y esta escena de la que os hablaré se añade a una lista de todas las que me han convencido de que Capaldi es un grandísimo fan de la serie, actor (cada gesto, cada mirada...) y Doctor (ese huraño rockero que intenta unirse al mundo).
Si alguna vez habéis pensado que la ficción y la fantasía puede iluminar nuestra realidad y darnos ideas que nos hagan más felices, aquí tenéis un buen ejemplo.
Posibles spoilers. El episodio (con cierta analogía a varias problemáticas actuales: terrorismo, refugiados, xenofobia...) trata del irremediable final de la tregua entre la humanidad y una raza alienígena; nos conduce a a una delicada situación en que los humanos y los zygons rebeldes (unos aliens cambiaformas) tienen que decidir qué botón presionar en una caja que podría destruir a su propia raza. El comandante de los zygon rebeldes, Bonnie (con la forma de Clara, la compañera del Doctor), está a punto de tocar el botón que condenará el mundo a una terrible guerra. El Doctor, superviviente de la Guerra del Tiempo y tantas otras aventuras, el adalid que muchas veces prefiere no portar armas y tiene una edad tan vieja como para ser un mesías, decide que la Tierra merece algo más que un conflicto que destruya a dos especies para siempre.
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Fuente. |
DOCTOR: Tú solo quieres una crueldad que engendre más crueldad. No sois superiores a la gente que fue cruel vosotros, simplemente sois una panda nueva de gente cruel. Un montón de nueva gente cruel siendo cruel con otras personas, que terminará siendo cruel con vosotros. La única manera de que cualquiera pueda vivir en paz es si ellos están dispuestos a perdonar. ¿Por qué no rompes el ciclo? […] ¿Qué es lo que realmente quieres?
BONNIE: Guerra.
DOCTOR: ¡Claro! Y cuando la guerra termine, cuando tengáis un hogar libre de humanos, ¿cómo crees que será todo? ¿Lo sabes? ¿Lo has pensado? ¿Lo has tenido en consideración alguna vez? Porque estás muy cerca de conseguir lo que quieres. ¿Cómo va a ser? Descríbemelo. ¿Vais a vivir en casas? ¿Vais a querer que la gente vaya a trabajar? ¿Habrá vacaciones? ¿Habrá música? ¿Crees que se le permitirá a la gente tocar el violín? ¿Quién va a hacer los violines? ¿Y bien? No lo sabes, ¿verdad? Porque, igual que cualquier niño con una rabieta en la historia, Bonnie, en realidad no sabes lo que quieres. Así que déjame hacerte una pregunta sobre tu nuevo y brillante mundo. Cuando hayas matado a todos los malos, y cuando todo sea perfecto y justo y equitativo, cuando finalmente lo tengas exactamente como lo querías, ¿qué vas a hacer con la gente como tú? Los problemáticos. ¿Cómo vas a proteger tu gloriosa revolución de la siguiente?
BONNIE: Ganaremos.
DOCTOR: ¿De verdad? Bueno, ¡quizás ganaréis! Pero nadie gana por mucho tiempo. La rueda sigue girando. Así que vamos. Rompe el ciclo. […] No, no es un juego, querida, y eso lo digo sinceramente. […] Esto es un modelo de guerra a escala. Cada batalla alguna vez librada, aquí mismo, frente a vosotras. Porque siempre es lo mismo. Cuando disparas ese primer tiro, no importa cuánta razón piensas que tienes, ¡no tienes ni idea de quién va a morir! ¡No sabes los hijos de quién van a gritar y arder! ¡Cuántos corazones se romperán! ¡Cuántas vidas destrozadas! Cuánta sangre se derramará hasta que todo el mundo haga lo que ellos siempre tuvieron que hacer desde el principio, ¡sentarse y hablar! Escúchame. Escucha, solo quiero que pienses. ¿Sabes qué es pensar? Es una palabra elegante para cambiar de opinión.
BONNIE: No cambiaré de idea.
DOCTOR: Entonces morirás ignorante. Alternativamente, podrías alejarte de esa caja, podrías salir por esa puerta y podrías detener la revolución.
BONNIE: ¡No! No voy a parar esto, Doctor. Yo lo he empezado. No lo detendré. ¿Crees que me dejarán marchar, después de lo que he hecho?
DOCTOR: Sois todos iguales, niños malcriados. ¿Sabes qué? Mírame, soy imperdonable. Bueno, aquí viene lo imprevisible. Te perdono..., después de todo lo que has hecho. Te perdono.
BONNIE: Nunca lo entenderás.
DOCTOR: ¿No lo entiendo? ¿Me tomas el pelo? ¿A mí? Por supuesto que lo entiendo. ¿Llamas a esto una guerra? ¿A esta chiquillada? ¡Esto no es una guerra! He luchado en una guerra más grande de lo que nunca conocerás. He hecho cosas peores de las que podrías imaginar. Y cuando cierro los ojos... ¡Oigo más gritos de los que nadie podrá contar jamás! ¿Y sabes qué haces con todo ese dolor? ¿Debo decirte dónde lo pones? Lo coges fuerte hasta que te quema la mano, y dices esto... ¡Nadie jamás tendrá que vivir así! ¡Nadie más tendrá que sentir este dolor! ¡No en mi presencia!
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Una de las mejores escenas de Capaldi como el Doctor. Fuente. |
No os diré más ni os revelaré el final del capítulo, pero por escenas así, adoro esta serie y el género fantástico. Los adoro con toda mi alma.