El niño de tres años se preguntaba por qué aquel hombre de verde le apuntaba con un arma de juguete, mientras que el animal de la guerra sabía que aquel no era un juguete. El adalid hizo lo peor que podría haber hecho: le dio el arma al crío… Y lo condenó para siempre, como le condenaron a él años antes.
Microrrelatos