Los catorce dólares de Edgar Allan Poe (y nadie se acordará de nosotros)

El Cuervo de Edgar Allan Poe se ha convertido en uno de los símbolos de la literatura, pero ¿sabías por cuánto fue comprado y lo que significó para Poe, que afirmaba que este debía ser el poema por el que se le juzgase cuando muriera? // Imagen de dominio público.

No, no lo es. Esta no es la columna del Reto del Juntaletras optimista que estabas buscando (si es que alguien busca esto). Ni siquiera será un texto excesivamente largo: voy a presentaros el quid de la cuestión, os voy a comentar la conclusión a la que he llegado, os dejaré todo abierto para que me digáis qué pensáis y saldré corriendo por la tangente tras deprimiros un poco (más que de costumbre).

Esta semana me ha dado por ver documentales sobre la vida de escritores que me gustan (cada uno tiene sus aficiones, dejadme). Uno de esos programas trataba sobre la vida de Edgar Allan Poe, uno de esos poetas y escritores cuya vida sufrieron la desgracia y la miseria en todas sus formas, desde la pobreza, hasta el odio a su padrastro, el abandono de su padre natural, la muerte de su madre y el fallecimiento de muchas de las mujeres a las que amó, a la vez que malvivía sin un dólar y, si obtenía alguno, se autosaboteaba gastándoselo en bebida. E incluso así, es uno de los mejores escritores de todos los tiempos y su figura se ha consagrado como la de un autor con una vida trágica que influyó su grandioso y oscuro arte. Ligeia sigue ahí, el Gato Negro nos observa, Morella nos espera, El Cuervo grazna sobre el busto de Atenea... Conocida es su vida y su desgracia, donde, por ejemplo, se casó con una prima a la que perdería pocos años después, debido a la tuberculosis y que inspiraría el hermoso poema de Annabel Lee (y aquel reino junto al mar).

Y la cuestión es así de simple: vivimos en un mundo donde autores de bestsellers basados en la moda de la publicidad editorial poseen mansiones y grandes fortunas a cambio de escribir sobre, por ejemplo, relaciones masoquistas (allá cada uno, no entraré a valorarlas), mientras que un escritor como Edgar Allan Poe murió en la calle, con cuarenta años y entre cuyas ventas se incluyeron catorce dólares (¡catorce!) por la venta del poema de El Cuervo.

Catorce dólares.

Nada más.

Por una de las piezas más majestuosas de la literatura. Y ya está.


Si alguien como Edgar Allan Poe acabó en la miseria, no sé por qué luchar por esa esperanza de querer ser reconocido o vivir de esto. No sé por qué deprimirse cuando una editorial me olvida. No sé por qué sentir que morirás como un desgraciado. La vida se confabula a tu alrededor, la historia está ahí, ¿qué te queda? Nunca serás el vendedor de bestsellers, menos el gran escritor maldito, solo eres alguien que junta esas frases perdidas. El gran problema no es el dinero (que también), sino que quizás jamás sabremos que nuestra literatura fue disfrutada por alguien más que no fuéramos nosotros. Eso pasará. Ya le pasó a Poe y a muchos otros grandes autores y eso no va a cambiar. El arte no es amable, la gente lo es menos. Pero, acaso, ¿alguien nos recordará? ¿Cuántos grandes autores quedan para siempre en el olvido?

Jugaremos nuestras cartas y esperaremos que el azar nos acompañe. Rezaremos por tener la fortuna de Stephen King, que empezó en la pobreza y ahora es uno de los autores más reconocidos y con más dinero en sus cuentas. Sacaremos el as de la manga y esperaremos que la partida siga nuestros designios. Y si caemos, caemos como los catorce dólares de Poe, como el abrigo desgastado que llevaba siempre, aguardando que algún día seamos, si quiera, una mera sombra de los talones del Rey Cuervo de la Literatura. No hay nada justo, solo un vacío y cómo se aprecie.

¿Quieres reseñar la Saga Devon Crawford?

¿Quieres reseñar la Saga Devon Crawford?
Envía un correo a sagadevoncrawford@gmail.com y nos pondremos en contacto contigo

Mis críticas

Mis críticas
Pincha para leer y comentar mis críticas de libros, cómics, películas y series

Seguidores

Mis críticas

Mis críticas
Pincha para leer y comentar mis críticas de libros, cómics, películas y series

Sobre el blog

Los textos pertenecen a Carlos J. Eguren salvo cita expresa de los autores (frases de libros, comentarios de artistas...), siempre identificados en el post. El diseño de la imagen de portada pertenece a Elsbeth Silsby.

Si deseas compartir un texto, ponte en contacto con nosotros para hablarlo. Si quieres citar un fragmento, incluye la autoría.

Muchas gracias.

Carlos J. Eguren. Con la tecnología de Blogger.