Un día, se produce un milagro en el mundo: nadie muere.
Pese a sufrir graves heridas, la gente sigue con vida.
La superpoblación es una realidad y el autoritarismo se
extiende.
La única esperanza para resolver el por qué del milagro
son los restos de Torchwood,
una organización fundada por la reina Victoria para
enfrentarse a amenazas contras las que nadie, excepto ellos, podría enfrentarse.
Críticas de series:
Directores: Barat Nalluri, Billy Gierhart, Guy Ferland, Gwyneth Horder
Playton,
Guionistas: Jane Espenson, Jim Gray, Scott Ryan, Shiban John, Doris
Egan, John Fay, Russel T. Davies.
Creada por Russel T. Davies; a partir de
“Doctor Who”.
Actores: John Barrowman, Eve Myles, Bill Pullman, Kai Owen, Tom Price, Meki
Phifer, Esther Drummond, Lauren Ambrose, C. Thomas Howell, Arlene Tur… [Consultar resto del reparto]
Nacionalidad: Reino Unido, Estados Unidos.
Número de episodios: 10.
Música: Stu Kennedy y Murray Gold.
Año: 2011
Género: Misterio, ciencia-ficción, aventuras.
“Un día nadie muere…”
El
capítulo “Colmillo y garra” de la segunda temporada de “Doctor Who” sirvió para
el nacimiento de Torchwood, el grupo creado por la reina Victoria para
enfrentarse a las amenazas venidas de más allá de las estrellas. El guionista
que resucitó “Doctor Who”, Russel T. Davies, aprovechó para crear una serie
spin-off protagonizada por “Torchwood”.
Dos temporadas darían lugar a una tercera: “Children of Earth”, que sería adorada por fans y crítica. Repitiendo la idea
de una miniserie, los canales BBC y Starz se unieron para producir “Miracle
day”, cuya premisa era de lo más interesante: ¿qué pasaría si nadie pudiera
morir, pese a que sufriese una herida grave?
Lejos de comenzar de nuevo, hacer un reinicio de la serie al
estar producida en gran parte por un canal estadounidense (Starz), se decidió hacer una
continuación, a la vez que presentaba a los personajes clásicos a unos nuevos
espectadores. Es decir, no eliminar la continuidad, pero
abrir las puertas para nuevos espectadores que desearán ver “Torchwood. El
nuevo mundo” o, como se llamaría después, “El día del milagro”. Esta táctica ya la usaría el guionista Russel T. Davies, en un terreno mayor, al resucitar "Doctor Who" en 2005.
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Póster promocional de la temporada. |
Poniendo
rostro al Milagro
El reparto (no
estadounidense) es uno de sus aciertos, gracias a sus cabecillas: una buena Eve
Myles como Gwen Cooper (que entendemos también en su faceta de madre) y John
Barrowman en el papel del siempre genial Capitán Jack Harkness (del
que sabemos un poco más gracias a su historia de su pasado que es, francamente, de lo mejor de la temporada). Ellos, los restos
de “Torchwood”, pueden ser la clave para resolver el misterio de por qué nadie muere.
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La genial Gwen Cooper. |
Por otra parte, están los actores y
personajes estadounidenses. El personaje de Rex Matheson, encarnado por Mekhi
Phifer, se vuelve algo odioso pese a su posible redención (SPOILER esperemos que sea un inmortal que sí pueda morir, ya que la
fuente de la Tardis no da vida para siempre… Si no el Rostro de Boe no hubiese
muerto SPOILER).
Por su parte, se saca poco partido a Arlene
Tur como Vera Juárez (SPOILER aunque no
esperamos su muerte, que se podría haber evitado si Matheson no se hubiera
quedado grabando y hubiera buscado una forma de abrir el horno en el que se quemaba
a los “muertos” de nivel 1 SPOILER).
Algo parecido pasa con Alexa Havins en su papel de Esther,
la “rata de biblioteca” de la CIA, es, pese a su aparente inutilidad a veces,
un personaje del que se podría haber esperado más.
Por el destino de muchos de estos personajes estadounidenses,
uno no sabe si no se ha sabido aprovechar a estos caracteres o son sólo
idiotas. No nos extrañaría que la mala baba inglesa se riese de “las Colonias”.
Por ejemplo, los miembros de la CIA que detienen a uno de los suyos y ni
siquiera comprueban si lleva armas (y lo que lleva es un explosivo).
Sólo uno consigue hacer una actuación brillante como el insano y
lunático Oswald Danes, el preso que escapa de la muerte tras
sobrevivir a la inyección letal. El actor que lo interpreta, el conocido Bill
Pullman, demuestra que puede hacer algo realmente bueno si cuenta con un
director y guionista que sepa sacar de él todo lo mejor. Lo malo es que su papel al final de la trama no queda demasiado claro.
Parte del reparto junto a Russel T. Davies. |
Pequeños
errores, grandes aciertos
A
partir de ahí, el guionista Russel T. Davies y su equipo harían un estudio de la vida y la
muerte, que no olvidaría el misterio (descubrir por qué nadie moría) y nos dejarían ver lo fácil que podemos caer en campos de concentración y autoritarismos dignos de la novela “1984”.
Si bien, el principal error de la serie es que parece hacerse
algo larga. Quizás, hubieran sido mejor cinco episodios
como en “Children of Earth”. En algunos capítulos pasa poco (como el segundo, con el dichoso avión y la cura improvisada para el veneno) y
en otros ocurren bastantes cosas importantes (como los tres últimos) muy rápido si tenemos en cuenta el ritmo de episodios anteriores. Hay
ciertas partes repetitivas, quizás se exploran demasiado las consecuencias sin
mover la trama principal.
También hay varios pequeños fallos o cosas sin
explicar lo suficiente (como por qué Rex sufre por sus heridas, pero el
personaje de Oswald no sufre- o al menos no se ve- tras la inyección “letal”).
No obstante, “Torchwood. El día del milagro” es una
serie bastante entretenida, ágil y que plantea ideas muy buenas en esta especie
de ucronía, como el nacimiendo de la paranoia contra los “muertos
que no pueden morir” o los “Sin Alma”. Hay capítulos estupendos, como el final
“Línea de sangre”, o “Pecados inmortales”, que plantea una historia del pasado
de Jack Harkness bastante interesante (como ya comenté anteriormente)
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¿Estamos ante el equipo más efímero de "Torchwood"? Si nos libramos de Rex, no me importaría. ¡Gwen y Jack, sois los amos! |
Un universo
que no se cierra
Además,
hay alguna
que otra alusión a “Doctor Who” que le roban el corazón a cualquier fan de la
serie del Último Señor del Tiempo. El problema es que parece
que ya no es tan seguro que compartan ambos el mismo mundo (en la sexta
temporada del “Doctor Who” no hacen alusión al Día del Milagro, aunque la
explicación para la “no muerte” de cierto personaje gracias al Día del Milagro
hubiera estado bien). Habrá que esperar a ver qué pasa en la séptima temporada del
“Doctor Who” y en alguna más, si se hace, de “Torchwood”.
En el desenlace, queda abierta la posibilidad de hacer una
nueva temporada porque parece que esto sólo ha sido un ensayo de la
Familia. Un gran ensayo, sin duda. Nos quedamos con ganas de que Russel T.
Davies nos cuente esa historia.
En definitiva, “Torchwood.
El día del milagro” puede que no sea un
milagro, pero sí es una serie estupenda, entretenida, divertida y que nos hace
pensar. Ah, y ¡viva el Capitán Jack!