1927. El actor de cine mudo,
George Valentin, está en lo más alto de su carrera. Sin embargo, la llegada del
cine sonoro lo hará caer en el olvido. A su vez, la actriz que empezó como
secundaria en sus películas, Peppy Miller se convierte en una estrella.
Director y guionista: Michel Hazanovicius
Intérpretes
principales: Jean Dujarjin, Bérenice Bejo, James Cromwell, John Goodman, Malcom
McDowell… Consultarel resto del reparto en IMDB
Música: Ludovic Bource.
Nacionalidad:
Francia.
Duración: 100 minutos.
Año: 2011
Género: Melodrama, romance.
“Será un placer”
Un
homenaje al cine mudo y en blanco y negro que consigue trascender hasta
convertirse en algo nuevo, con una historia imprevisible y un buen ritmo… Eso
NO es “The artist” de Michel Hazanovicius, “la mejor película” de 2011 según los
Oscar.
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Los protagonistas de la película. Fuente. |
La idea de la que parte “The artist” es loable: un artista cae en la decadencia con la llegada del cine sonoro y sólo el amor podrá salvarlo. Podría haberse hecho una historia realmente interesante, pero creo que no se explota del todo está oportunidad. Ni siquiera el homenaje es exacto, porque la calidad de imagen sigue siendo impecable cuando debería tener los típicos defectos de las películas clásicas.
Si has visto cintas cinematográficas como “Candilejas”
de Chaplin ya tienes parte del argumento, "The artist" es previsible. Si has visto filmes de
Chaplin en blanco y negro, mudos, como “La quimera de oro”, te darás cuenta de que “The artist” no es más que una carta de amor y,
como tal, no tiene la calidad literaria y originalidad de la primera persona
que escribió “te quiero”.
Aún así, la película tiene muchas
cosas buenas.
Antes que nada, la banda
sonora. ¡Es maravillosa! Creo que la película se soporta, sobre
todo, en la calidad de Ludovic Bource y sus composiciones, que parecen salidas
de aquella época que ahora se nos antoja tan lejana, cuando nació el cine. Sin
duda, sí se merece todos sus reconocimientos.
Otra cosa que
brilla en esta película son las interpretaciones de
Jean Dujarjin como George Valentin (seguramente, un homenaje a Rodolfo Valentino
sumado a otras estrellas de la edad dorada del cine), Bérenice Bejo como la
simpática Peppy Miller y un gruñón John Goodman que le sale a la perfección el papel
de productor. Por otro lado, actores como James Cromwell como el asistente y
Malcom McDowell quedan un poco en segundo lugar y se me antojan
desaprovechados, el segundo sobre todo.
Y antes que se me olvida, el perro tampoco lo hace nada mal.
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Ella es la chica por la que pregunta el periódico. Fuente. |
Luego, está la
habilidad de Hazanovicius en algunas escenas: la del
incendio de las películas (que me hizo recordar el “Malditos bastardos” de
Tarantino, por el tema de usar los negativos como fuente de un incendio), el
doble sentido de los pósteres que vemos detrás de los personajes y reflejan en
parte lo que ocurre, los múltiples guiños a películas clásicas, la presentación
de George Valentin, la escena de baile en el rodaje, cuando Valentin descubre
quién está tras el mural, la huida de Valentin bajo la lluvia y,
sobre todo, cuando Valentin comprende la llegada del cine sonoro, donde
la caída de una pluma puede escucharse casi como una explosión.
Pero no es suficiente. No me ha fascinado, no
me ha enamorado como otras películas del pasado consiguieron.
No encuentro ese encanto en la gran pantalla que me hace sonreír como un tonto
cuando veo pelis como “El chico” o, siendo más clásicos aún, “El viaje a la luna”. Además, el final me parece algo forzado pese a ser una declaración de
intenciones y presentación de aquello a lo que nos llevaría el cine sonoro: el
musical.
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Fotograma de la película. Fuente. |
El año 2011 se convierte
sin duda en un homenaje al cine clásico con películas como “The artist” de
Michel Hazanovicius, “La invención de Hugo” de Martin Scorsese (homenaje a
George Méliès) y “War horse (Caballo de batalla)” de Steven Spielberg. Pero,
sin duda, la que más me emocionó de todas ellas y creo que consiguió entidad
propia fue el “War horse” de Spielberg.
Esperemos que el cine no se quede
mudo, sino que siga avanzando. El tributo que rinde “The artist” al cine
clásico nos debería servir para tener un par de décadas de cine nuevo y
fantástico, que siga conmoviéndonos y haciéndonos soñar, porque como dice uno
de los protagonistas: “Será un placer”.