![]() |
¿Podemos elegir a quién amar? Fuente. |
Cada vez que se estrena una nueva temporada de Black Mirror, siempre surgen voces que afirman que Charlie Brooker es el equivalente al anciano que gritaba a las nubes de Los Simpson: un pesimista irremediable que se queja de cualquier cuestión que consideramos un avance. Y sí, se obvia que la ciencia ficción es una metáfora del ahora, que trata de los problemas de hoy situándolos en el contexto tecnológico del mañana y que Brooker acierta de pleno en la deshumanización. Sin embargo, desde que la serie ha dado su salto a Netflix, Charlie Brooker ha demostrado, con capítulos como San Junipero o este Hang the DJ, que sabe ver más allá de la oscuridad de la distopía.
Hang the DJ aborda un mundo controlado por el Sistema, que elige mediante un algoritmo quién será tu próxima pareja y durante cuánto tiempo (vaya, como esas redes sociales de buscar tu "media naranja"). Dos de sus participantes son Frank y Amy, que solo tienen un par de horas para estar juntos y varios años para lamentarse de no haber podido seguir juntos, hasta que vuelven a encontrarse y tomarán una decisión.
Más allá de su atractiva premisa, el capítulo consigue que empaticemos con el torpe de Frank y la mágica Amy en un mundo donde los datos y las estadísticas lo son todo. Brooker no sacrifica la crítica de esa sociedad donde la gente apenas sabe interactuar ni donde el amor y el sexo se venden como un trámite, pero la luz de Frank y Amy conducen todo el episodio hasta un giro final con el que Brooker nos sorprende con su piedad hacia los personajes. Hay humor, hay drama, hay incertidumbre y... hay algo de esperanza tras ese colosal muro y los mensajes de un cacharro. Como la vida misma.
Gran parte del mérito está en la química del reparto, con Georgina Campbell y Joe Colle como la pareja, y en la dirección, con un Timothy van Patten que saca todo lo mejor de la historia de Brooker, apoyándose en una estupenda fotografía y en la absorbente música, rematada con el tema Panic de The Smiths, el cual da título al episodio.
Sí, con Hang the DJ seguimos estando en una serie que refleja lo más oscuro de nosotros mismos, pero, a veces, hay un leve parpadeo de luz y de eso va este capítulo: sobre querer a alguien lo suficiente como para rebelarte novecientas noventa y ocho veces, ¿y sabéis? Eso siempre vale la pena.