Piratas del Caribe: La venganza de Salazar

Los personajes de esta quinta entrega de la franquicia Piratas del Caribe, inspirada en la atracción de Disney. Fuente.

"Pirate's life!" - Jack Sparrow.

Crecí con la trilogía de Piratas del Caribe. Mi adolescencia, más o menos, se resume en alucinar con La maldición de la Perla Negra, rogar por ir al cine a ver El cofre del hombre muerto y esperar la cola del estreno de En el fin del mundo. Eran cintas cinematográficas entretenidas, con un gran despliegue de efectos especiales, el ritmo de las películas clásicas de aventuras, el toque loco de los dibujos animados, la música ensordecedora de Hans Zimmer, la dirección de Gore Verbinski (siempre buscando la espectacularidad) y personajes secundarios y protagonistas estupendos como Will, Elizabeth, Barbossa o el mismísimo Jack Sparrow (perdón, capitán Jack Sparrow).

En costas extrañas, ese intento de reinicio sin contar con muchos elementos de las anteriores, fue para mí un chasco, porque perdía la majestuosidad de las originales, el villano (pese a contar con un actorazo como Ian McShane) no daba para más frente a Barbossa o la sombra tentacular de Davy Jones y se transformó en esa cinta de la saga que he hecho que no existía, como Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal en esa trilogía (sí, es una trilogía) de la que Piratas del Caribe bebió tanto.

Los muertos no cuentan historias

Y este año se ha estrenado la quinta película: Dead men tell no tales o, en español, La venganza de Salazar, film para el que han decidido rescatar muchos elementos de la trilogía original y recuperar a diversos personajes, ya sea entre los secundarios de la tripulación de Jack, o entre los protagonistas, con escenas breves de Will Turner, Elizabeth Swann y dos nuevos protagonistas, Henry Turner y Carina Smyth, que están vinculados a los originales, además de volver a ver a Jack, Barbossa, Gibbs y compañía. Y, pese a todo, pese a ir en contra de muchos de los mandamientos propios de la cuarta película (que intentó hacer borrón y cuenta nueva), la quinta película no ha funcionado entre crítica, público y... aún así, me ha gustado.

Puede que La venganza de Salazar no alcance los niveles de locura de las tres originales, pero sí la considero una digna sucesora de estas frente a aquel experimento algo vacío que fue En costas misteriosas. En La venganza de Salazar hay mucha de esa mitología y magia que funciona, pues... porque tiene que funcionar, muchas escenas de acción como el robo del banco o la ejecución que funcionan perfectamente y un par de momentos en que parece que esta cinta se ha estrenado poco después de aquel 2007 que vio En el fin del mundo.

Jack haciendo de la suya en la isla de los piratas. Fuente.

El retorno de Jack

Jack Sparrow. La saga podría resumirse en este nombre. En 2003, el papel ayudó a Johnny Depp a reiniciar su carrera, parada después de varios problemas personales. Ahora, regresa a este papel que interpreta con facilidad y que se sabe perfectamente. En esta película, incluso, aprovechan para dar explicación al origen de su apellido, sus ropajes y sus comienzos como capitán.

Otro personaje que ha vuelto es Hector Barbossa, aquí más humano que en los anteriores filmes y con un cierre para todo lo que hemos visto desde el primer momento, un personaje que ansiaba recuperar la humanidad sin prescindir de ser un pirata, cosa que será hasta su fin como bien dice. Geoffrey Rush, como siempre, genial.

En cuanto a los dos nuevos personajes más importantes, el aventurero Henry y la astrónoma (y horóloga) Carina Smyth, pienso que Brenton Thwaites y Kaya Scodelario recuperan un poco del espíritu de Will y Elizabeth. Quizás algunas revelaciones se sienten algo más forzadas y puede que los personajes necesiten más tiempo para respirar en pantalla, pero cumplen con ese rol de héroe y heroína que necesitan estas películas. Sí, hay quejas de que el personaje de Carina es "muy adelantado para su tiempo" y me hace pensar, sinceramente, en cómo la gente ve estas películas con un puñal entre los dientes. A mí me ha gustado.

Hay dos villanos en esta película. El militar inglés Scarfield, interpretado por David Wenham, poco ofrece. No es el comodoro Norrignton ni Beckett ni similares. Solo es un poco villano comparsa. En cambio, al que se ha vendido como el malo malísimo es Javier Bardem con su "matador del mar" y está bien. No es Davy Jones, no es Barbossa, pero creo que el despliegue en torno a él es más convincente que el de aquel Barbanegra que poco tenía de espectacular en la cuarta. Ahora bien, los efectos especiales, a veces, nublan hasta cierto punto la interpretación y el tema de la flota de muertos malditos creo que se vincula en demasía a las anteriores, pienso que se podría haber ofrecido algo más, pero al menos, funciona.

Quizás los directores de esta nueva entrega (Joachim Rønning, Espen Sandberg) no son Gore Verbinski y puede que el compositor Geoff Zanelli se dedique a asaltar todos los temas de Hans Zimmer para la original, pero siguen habiendo hallazgos entretenidos en esta película de piratas que mezcla aventuras, magia y ese toque cómico de las originales. Puede que el guion, que parte de la historia de Terry Rossio (guionista de las originales junto a Ted Elliot) haya ayudado. Piratas del Caribe nunca se ha tomado muy en serio a sí misma y esa es una de las mayores cualidades de esta superproducción. No obstante, menos ofreció El despertar de la Fuerza y, para muchos, fue un éxito.

En fin, más allá del cameo de Paul McCartney (qué guay debe ser que tu padre sea Keith Richards y tu tío Paul McCartney), la quinta película de Piratas del Caribe es un film entretenido que, si bien no logra del todo las cotas de las primeras (puede que más por la mitificación que un servidor siente hacia la trilogía original) sí aporta algo más a la mitología de la saga, sin caer en el vacío de la cuarta película. Se agradece.