“Realmente no lo entiendes, ¿verdad? […] No quiero tener todo lo que deseo. Nadie lo quiere, no de verdad. ¿Dónde estaría la gracia si tuviese todo lo que quiero? Es eso y nada más, ¿y después qué?”
CORALINE de NEIL GAIMAN.
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Coraline en la adaptación cinematográfica de la novela. Fuente. |
¿Cómo no adorar Coraline, que contiene estas geniales perlitas a lo largo de sus páginas? Quizás, volverse viejo conlleva eso: apreciar mejor las moralejas de las novelas de las que disfrutas, incluso cuando supuestamente son para "niños" (como si la literatura infantil no fuese la cuna de la moraleja).
Este fragmento pertenece a cuando Coraline se enfrenta a la Otra Madre y esta le promete darle todo si se queda en su mundo perfecto (quizás demasiado) y todo a cambio de solo sacrificar sus ojos y ponerse unos botones en su lugar. Sin embargo, Coraline demuestra ser una heroína muy diferente: una heroína humana.
¿Tener todo? Creo que conlleva el mal de dejar de arriesgarse y moverse para conseguir algo, además del asco y la sensación de vacío de saber que cualquier cosa que poseas, jamás significará tanto como lo que habíamos pensado que significaría antes de tenerlo. A veces, las cosas valen lo que vale conseguirlas, no esa cosa en sí. ¿Lo pilláis?
Ahí está tu premio: quizás no te merezcas tener nada ni dejarte tener por nadie.