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Las claves de Fillory empiezan a revelarse. Fuente. |
Cuando no podía pensar que The
Magicians me gustase más, llega el último capítulo y empieza con Leeds United
de Amanda Palmer (sí, como sabéis, formo parte de una secta para que escuchéis
a Amanda Palmer), así que imaginadme mi felicidad con el nuevo capítulo.
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The Magicians. Fuente. |
Este post más que un comentario o
una crítica del último episodio (The Strangled Heart), pretende ser solo el receptáculo de una idea
que tuve mientras veía el capítulo: ¿cómo sería vivir en un mundo de ficción
que te encanta?
Esto viene a raíz de que el
protagonista, Q, está obsesionado con los libros de Fillory, que son similares
(por así decirlo) a Las Crónicas de Narnia.
Desde su infancia, cuando Q
trabajaba todo lo posible para poder comprarse el primer volumen, el muchacho
ha escapado de su gris realidad a través del valor de las historias. Creo que
todos recordamos al protagonista de El océano al final del camino y cómo se
escondía para leer Las Crónicas de Narnia (algo seguramente inspirado en la
propia vida de Neil Gaiman). Seguro que todos tenemos vivencias similares.
En
cierto punto, parece que el propio Quentin llega a preguntarse cómo sería vivir
en ese mundo de ficción, porque Quentin es un mago y puede que ese mundo sea
real, aunque, tal vez, más despiadado con respecto a cómo lo imaginaba.
Me hice esta pregunta y varias
respuestas me vinieron a la cabeza. Pienso en el mundo de Harry Potter y, vaya,
a todos nos encantaría visitar Hogwarts, creo. Pienso en El Señor de los
Anillos y me gustaría alguna vez ver Minas Tirith (a poder ser, que no fuera
bajo el asedio de Mordor). Pienso en La Torre Oscura y, bueno, estaría bien
conocer a los pistoleros (aunque con cuidado, porque ese mundo se ha movido).
Pienso en Canción de Fuego y Hielo y, vale, me gustaría ver King's Landing (pero
de lejos y huir lo antes posible, no vaya a ser que me entregasen al dios de la luz).
Pienso en el Universo Marvel y me encantaría ver a Spider-Man (aunque
seguramente, luego acabaría con el villano de turno). Pienso en Batman y sería
genial ver Gotham (pero huir lo antes posible, para que el Jóker no nos
alcanzase)...
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La fantástica Gotham de Anton Furst. Fuente. |
Hay miles de mundos en cada obra
que leemos y disfrutamos. Soñamos con esa ficción como el propio Quentin soñaba
con Fillory. A todos nos gustaría perdernos en esos mundos ficticios que
atraviesan las páginas.
Sea como sea, la pregunta era:
¿cómo sería vivir en un mundo de ficción que te encanta? Y creo que la
respuesta puede ser un poco engañosa, porque todos los que hemos disfrutado
tanto de una buena historia como para pensar en habitar ese mundo, ya lo hemos
vivido, solo que lo hacíamos mientras lo leíamos. Leer es vivir mil vidas que no
tenemos.