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Harleen es una miniserie de Black Label que nos relata con calma el origen de Harley Quinn, la novia y secuaz del Joker. Stjepan Šejić es el encargado de dibujarla y escribirla. Fuente. |
«La verdad es un pintor de baja estofa que siempre está apunto de captar la esencia de su modelo, pero fracasa eternamente», el Joker.
En 1992, Paul Dini y Bruce Timm darían una compañera de fechorías al Joker, el célebre villano de Batman: Harleen Quinn se convertiría desde su primera aparición en un personaje emblemático de Batman, la serie animada, tanto que, poco después, de mano de sus creadores, daría el salto a los cómics en Amor loco, donde nos relatarían el origen del personaje y su plan para «curar» a su Mr. J. No obstante, ese fue su objetivo desde el principio: en el pasado, la psiquiatra Harleen Quinzel se encargaría de uno de los pacientes más problemáticos de Arkham, el Joker, quien la haría enloquecer, en todos los sentidos, y la convertiría en su secuaz. La que empezó siendo una villana cartoon se transformó en uno de los personajes más interesantes de la galería de enemigos de Batman, saltando a varios formatos como los videojuegos de la saga Arkham o el Injustice, además del cine en Escuadrón Suicida y Aves de presa, sin olvidar regresar a los cómics como una antiheroína capaz de romper la cuarta pared cuando haga falta.
La historia de Harley Quinn es lo suficientemente atractiva como para quedar abierta a nuevas interpretaciones y eso es lo que tenemos en el cómic Harleen de Stjepan Šejić, una interesante versión del origen del personaje, actualizando algunos conceptos y profundizando en la mente de la doctora y en su intento de salvar a varios de los villanos de Gotham City. Tal y como escribió Warren Ellis en sus cómics, Gotham es una ciudad creada por locos y, del mismo modo que insinuaba Frank Miller al final de Año uno, la existencia de un justiciero disfrazado de su peor miedo, un murciélago, hace que otros dementes campen por sus anchas. La doctora Harleen considera que la falta de empatía es una de las causas del surgimiento de la locura en villanos como Pingüino, Killer Croc, Hiedra Venenosa y otros dementes; su proyecto consiste en encontrar el motivo que los lleva a ese punto y saber si puede curarlos. Para ello, cuenta con la financiación de Bruce Wayne, pero no todo serán aliados, ya que el fiscal Harvey Dent cree que la doctora Quinzel solo conseguirá que más psicópatas se declaren dementes y no acaben en la prisión de Blackgate sino en Arkham, un sitio del que siempre se fugan. En medio de todo ello, Quinzel se cruzará con el Joker, quien la permite vivir tras uno de sus ataques y, poco después, se verá a sí misma interrogando al monstruo y comenzando la larga caída…
Harleen se encuentra con el Joker como una especie de Clarice con Hannibal Lecter. Fuente.
Si por algo brilla Harleen es porque es una historia entretenida que nos transporta a la mente del personaje de la villana. Su mente ve todo como una novela rosa y no es de extrañar que su versión del Joker esté idealizada, cercana, como reconoce su autor, incluso a David Bowie. Además, el dibujo de Stjepan Šejić es fantástico; aunque algunos se quejen de que parece más adecuado para portadas que para el interior de un cómic, un servidor considera que compone páginas bastante ágiles, diseña personajes sumamente carismáticos y transmite las distintas emociones de un cómic que profundiza en la caída de Harleen. Para los lectores habituales, es una delicia recibir este dibujo y redescubrir el origen de Harley; para los lectores menos usuales, es una oportunidad de conocer a Harley a través de una atractiva historia, con un acabado gráfico fantástico.
Además, a nivel de historia, Stjepan Šejić toma la decisión de mostrar a Batman como el villano de la historia, resultando un punto de vista para una historia que, por otro lado, juega con el thriller y el policíaco, como ya lo hiciera El largo Halloween, Gotham Central y tantas y tantas grandes historias de Batman. No solo lo hace por el uso de la voz en off de Harleen y la antelación que hace de su transformación mediante la prolepsis, sino que naufraga en las dudas de una ciudad corrompida como es Gotham. ¿Puede curarse un psicópata? Parece una pregunta interesante, y aunque no se profundiza en demasía en ella, es lo que impulsa a Harleen a buscar la lógica de la maldad. Como en El Caballero Oscuro de Nolan o en Batman, la serie animada, aquí se narrará también el origen de Dos Caras vinculándolo al Joker, lo que da todavía más fuerza a esta historia donde el Rey Payaso juega con todos los personajes.
Como ya hiciera Alan Moore y Brian Bolland en la archiconocida La broma asesina, el Joker de este cómic recuerda su origen de diversas maneras. Siempre está dispuesto a contar una nueva historia a aquel que lo entreviste. Este aspecto me recuerda a lo que solía contarse sobre David Bowie en las entrevistas: se decía que el artista daba lo que el entrevistador buscaba. Si el periodista quería a un tipo excéntrico, Bowie lo sería; si el entrevistador buscaba a un hombre serio, Bowie se lo daría… El Delgado Duque Blanco, Starman, Ziggy Stardust… Todos esos papeles, todas esas formas de comportarse, solo eran parte de la función teatral de David Jones y eso se puede extender al Joker: él solo es un personaje más de su macabra obra, dentro de un theatrum mundi marcado por la oscuridad y la locura. Fascinante, como siempre.
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Harleen piensa que será capaz de salvar al Joker, como muchas mujeres piensan que son capaces de cambiar a un maltratador. Fuente. |
Puede que el gran vacío de la obra sea que, al estar narrada desde el punto de vista de Harleen, se olvide centrarse también en el aspecto que puede resultar más polémico: la relación tóxica que hay entre el Joker y ella. Quien piense que el modelo de relación de Harley y el Joker es sana, es porque o no ha leído Amor loco, donde dejaban claro que el Joker se comportaba como un monstruo con ella, utilizándola para sus propios fines y sin dudar en maltratarla si Harley se interponía entre Batman y él, y su grotesco juego de eternos enfrentamientos. En Harleen el Joker manipula a Harleen y la usa para sus beneficios, pero no tenemos escenas como la terapia de electroshock al que la somete en otras historias y el maltrato verbal y físico es omitido, seguramente por una cuestión del punto de vista que no pasa por alto para Batman, que sí ve la realidad, aunque sea considera un villano por Harley.
Personalmente, me quedo con el estupendo dibujo de Stjepan Šejić, que dan ganas de usarlo de fondo de pantalla o colgarlo por toda la casa y crear un museo dedicado a un personaje tan interesante como Harley Quinn. Sobre la historia, no está nada mal para ser un nuevo acercamiento, con más calma, a los orígenes del personaje, resultando sumamente entretenida incluso cuando coquetea con la sensualidad de una especie de novela rosa o cuando recorre caminos más conocidos por otras historias. En serio, nunca pensé que me lo pasaría bien ruborizándome al leer cómo Harley y el Joker intiman en Arkham (y sí, parezco un quinceañero salido de ese Arkham que es Wattpad). Puede que lo que sí le falta sea un poco más de profundidad para la toxicidad de las relaciones de sus personajes, pero esta es una cuestión que se podría desarrollar en futuras miniseries del mismo autor.
En cuanto a la edición de ECC, tras publicarlo en tomos serializados, ahora ha reunido toda la serie en un solo tomo de tapa dura, gran formato (que permite disfrutar mejor de las ilustraciones), y numerosos extras, como ilustraciones con las que el autor tanteó a DC para hacer la serie y algunas propuestas de los textos que usaba como punto de partida antes de empezar a dibujar, ya que al ser también el guionista, comenzaba con ideas muy amplias que luego iba determinando a medida que iba creando las viñetas, su ritmo, etc.
«La locura es como la gravedad… solo hace falta un pequeño empujón para volverse loco», decía el Joker de Nolan y eso es aplicable a Harley Quinn, un personaje que en casi treinta años ha logrado cautivar al público, saltar a diferentes medios y descubrirnos como la locura es una vía de escape a la realidad. Harleen de Stjepan Šejić lo demuestra (¡y de qué forma!) una vez más.
Harleen idealizará al Joker hasta las últimas consecuencias. De ahí que veamos a un Joker más atractivo que en otras historias. Fuente.