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Los Vengadores: Emperador Muerte es uno de los cómics más reivindicables de la Casa de las Ideas. ¿Qué pasaría si el mayor villano de la historia consiguiese la paz mundial que los héroes no han logrado? Fuente. |
“Hasta ahora he buscado controlar el destino, porque mi fracaso en conseguirlo ha sido el motivo de mis derrotas en el pasado. Y la manifestación de ese deseo ha sido un sueño vital de gobernar el mundo. Ese sueño se ha hecho realidad. Y aún así, en el sueño… Gobernaba como conquistador, no como administrador. La lucha por la victoria es algo noble, pero ¿qué valor tiene una victoria carente de desafíos? De algún modo, este sueño se ha vuelto vacío”
DOCTOR MUERTE.
Los Vengadores: Emperador Muerte tiene mucho del Escuadrón Supremo de Mark Gruenwald y si algo posee la distópica historia de superhéroes de Gruenwald es que es, automáticamente, bueno.
Si en El Escuadrón Supremo el dilema era que un grupo de superhéroes decidiese gobernar el mundo usando sus poderes y conocimientos superiores, en Emperador Muerte es el famoso villano Victor Von Muerte quien decide gobernar el mundo y convertirlo en utopía pacífica. Es en ese mundo en paz, donde los superhéroes deberán decidir si quieren sacrificar ese mundo mejor con tal de que sea la verdad, una realidad capaz de destruirlo todo de nuevo. Y es que las mentiras, a veces, como la ignorancia, nos hacen felices.
A finales de los ´80, después de éxitos como El regreso del Caballero Oscuro o Watchmen, Marvel tenía que responder en un mercado en ebullición y lo hizo con el formato de la novela gráfica. De ahí, obtendríamos obras de calidad indiscutible como X-Men: Dios ama, el hombre mata y, sin ir muy lejos, Los Vengadores: Emperador Muerte.
Un mundo en paz, un mundo en guerra
La premisa parece simple, pero no lo es: el Doctor Muerte consigue una forma de controlar a todas las personas y obligarlas a obedecer su voluntad. El dictador megalómano (¿cuál no lo es?) consigue terminar con los conflictos y unificar a todos los humanos, sea cual sea su raza, ideología, sexo, condición… En solo un par de viñetas consigue lo que los superhéroes no han logrado en décadas, tal y como hace Ozymandias en la insigne Watchmen. El mundo del Emperador Muerte acaba siendo una utopía pacífica bajo el mandato del supervillano que ha doblegado a Los Vengadores y otros héroes a su voluntad.
Solo un metahumano ha escapado y es el Hombre Maravilla, que tendrá que descubrir qué ha pasado y cómo el mundo puede volver a ser el que era antes… si es que conviene que la Tierra vuelva a ser la que era antes: un mundo en guerra sumido en la maldad, en vez de una fantasía pacífica, como es bajo las órdenes de Victor Von Muerte.
Como vemos, tenemos una premisa adulta que, pese a que se desarrolla con ciertos convencionalismos y con un tono clásico, aporta algunas ideas frescas y grandes momentos que pasan a formar parte de la historia no solo de Los Vengadores y de Marvel, sino también de los tebeos de superhéroes en general.
Y no, no solo tenemos la mejor historia del Hombre Maravilla e incluso de Von Muerte, sino que disfrutamos de una historia entretenida que nos plantea serios dilemas éticos: ¿hasta qué punto se puede gobernar? ¿Los superhéroes deberían usar sus poderes para dominarnos y traer la paz? ¿Qué hace un villano cuando consigue su objetivo? ¿Qué hace un superhéroe cuando sabe que un supervillano ha logrado la paz con menos esfuerzos que el propio héroe? ¿Quieren los superhéroes, realmente, la paz y perder la grandeza inherente de sus actos heroicos en un mundo donde no hay lugar para ellos? Vemos incuso a los propios Vengadores discutiendo sobre este tema y no saben si habrán tomado la mejor de las decisiones.
Hay varias escenas excelentes y todas ellas tienen un gran protagonista, que no es el Hombre Maravilla o el resto de Los Vengadores… sino el villano, Victor Von Muerte. El eterno villano del Universo Marvel, el dictador de Latveria, se ha convertido en dictador mundial, pero solo por ver cómo soluciona esta mente diabólica los problemas en el mundo, como los conflictos bélicos (véase la Guerra Fría que, a veces, no fue tan fría) o el hambre, vale la pena leer este cómic.
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El archivillano Victor Von Doom es reflejado en Emperador Muerte como un ser capaz de lograr la paz de un modo que justifica sus salvajes métodos. ¿Eso lo convierte en el bueno de la historia? Fuente. |
La profundización en Von Muerte es loable, porque pocas veces ha sido tan humano ese loco arrogante de la capucha verde. Sus dudas sobre su objetivo son notables. Quizás, Von Muerte prefiere vivir en eterna guerra que conseguir su absoluto triunfo. Tal vez, se ha acostumbrado a luchar, pero no esté preparado para hacerlo hasta el final.
Además, se profundiza en sus decisiones de una forma que pocas veces se ha hecho. ¿Y qué me dicen de la última página? Asombrosa, una pregunta para el lector lanzada directamente a la cara.
Escribe David Michelinie, que es uno de esos autores siempre infravalorados, pero que elaboraron alguna que otra historia no solo correcta sino muy buena. Por ejemplo, la mejor etapa de Iron Man: El demonio en una botella, que indaga en el alcoholismo de Tony Stark, fue escrita por Michelinie.
Mientras, en el apartado gráfico tenemos a un cumplidor Bob Hall que consigue narrarnos esta historia sobre el poder y cómo este corrompe absolutamente a aquel que llega a poseerlo y cómo las verdades, a veces, no son tan buenas.
Los Vengadores: Emperador Muerte es una de las historias fundamentales de Los Vengadores, que da un paso en el género de los superhéroes, demostrando que los años ´80 fueron grandes años para los aficionados del cómic y hoy, por suerte, podemos seguir disfrutándolos.
“De hecho, solo sabemos una cosa con certeza: o le hemos hecho a la humanidad el mayor favor de la Historia… o el mayor perjuicio. En cualquier caso, va a ser algo con lo que tendremos que vivir… el resto de nuestras vidas”