Desde la temprana muerte de su madre, Víctor Frankenstein
se ha obsesionado con hacer que los fallecidos recuperen la vida que perdieron,
pero pronto se dará cuenta que su ambición también puede ser su tragedia cuando
los monstruos de su mente tomen forma…
Críticas de cine:
Director : Kenneth Branagh
Guionista: Steph Lady y Frank Darabont. Basada en la novela de Mary Shelley.
Intérpretes principales: Kenneth Branagh, Robert De
Niro, Helena Bonham Carter, Iam Holm… Consultar elresto del reparto en IMDB
Música: Patrick Doyle.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Duración: 123 minutos.
Año: 1994.
Género: Fantástico, terror, drama.
“Todo lo que una vez
amé, yace ahora en una tumba
poco profunda”
VÍCTOR FRANKENSTEIN.
Frankenstein
o el moderno Prometeo de Mary Shelley es una obra que fue la madre
de la ciencia-ficción para muchos. Ha cautivado la imaginación del ser
humano durante décadas, ya fuera en novelas o películas, como más tarde en
series de televisión. Frankenstein (aunque este sería el nombre de su creador-
el prototipo del “mad doctor”-, no del monstruo) se convirtió en un icono con
el rostro de Boris Karloff. A mediados de los ´90, y siguiendo la estela
del “Drácula de Bram Stoker” dirigido por Francis Ford Coppola, tomaría los
pedazos de Robert De Niro en la versión llevada a cabo por Kenneth Branagh.
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El Frankenstein de Robert DeNiro. Fuente. |
Branagh,
quien había llevado con éxito Hamlet de Shakespeare al cine, dotó
a la película de un tono de tragedia, sin olvidar el cuento de
terror. Esas dosis de teatro se notan en varias escenas en las que él participa
como actor, encarnando a Víctor Frankenstein, el padre de la criatura. El
deterioro que muestra, cómo pasa de la juventud a una trastornada vejez, su
deterioro físico y mental, son extraordinarios. Bravo por Branagh tanto en la
dirección como la actuación.
Parte
del mérito de la película recae en un buen plantel de actores entre los que
destaca el propio Branagh, además de por una joven Helena Bonham Carter
como Elizabeth (un personaje al que llegamos a compadecer) y un soberbio Robert
DeNiro encarnando al monstruo. En este último punto, sumar el maquillaje que
crea a una bestia realmente espeluznante y creíble en su contexto.
No
obstante, lo que hace grande a Frankenstein de Mary Shelley es cómo capta el
horror del ser humano y la advertencia de la escritora sobre la tecnología y lo que podemos
crear si jugamos con la vida. Lo primero, porque Frankenstein sólo recibe
incomprensión y violencia hasta convertirse en un monstruo tanto dentro como
por fuerta. Lo segundo, porque es una obra pionera en esta temática: ¿podemos
crear vida? ¿Podemos estar seguro de nuestros avances en campos como la
tecnología? Y aunque podemos deducir una visión pesimista, tal vez sólo es un
“id con cuidado, porque si no lo hacéis, podéis crear muchos horrores”. El
mito de Prometeo, tantos siglos después, sigue proponiendo interesantes
debates.
A
su vez, Branagh señala un paralelismo entre la ambición de Víctor Frankenstein
y el capitán del barco que lo encuentra. Uno lo ha perdido todo por su deseo de
crear vida, el otro podría estar a punto de hacerlo sólo por querer incrustar
su nombre en la Historia para ser inmortal. Así, con
un buen ritmo (a mí no me aburre en ningún momento, tal vez se me hace corta), Branagh se luce en escenas como el sacrificio de Elizabeth o el
diálogo que mantienen la bestia y Frankenstein cuando se conocen.
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El laboratorio de Frankenstein. Fuente. |
Todo ello, para encerrar la locura en los minutos que dura esta pesadilla, capaz de
espantarnos de una forma sútil, aunque cautivadora.
Quizás sólo es irregular
cuando Frankenstein pasa de admirar su creación a detestarla, aunque la escena
previa intentando levantarlo hace que empiece a darse cuenta de lo que ha
creado. La toma de decisiones algo forzada es algo de lo que también algunos
espectadores se quejaron de su película “Thor” (aunque también había una escena
previa que lo justificaba).
Sea
como sea, la película consigue gran parte de su efecto por la importancia de la música, creada por Patrick Doyle (colaborador habitual de Branagh). La banda sonora se mezcla con la recreación de los
escenarios de comienzos del siglo XIX, además de las indumentarias y otros
aspectos, que hacen que veamos la novela en imágenes. En conjunto, concibe una atmósfera que,
rápidamente, se convierte en el horror que sufren los personajes. Desde el castillo de un loco hasta
un cementerio donde recoger “material”, hallamos un paisaje frío y terrorífico
digno de cuento gótico. Los movimientos de cámara de Branagh (pese a cierto
abuso del “travelling”) sirven para captar todo esto.
En
definitiva, “Frankenstein de Mary Shelley” es, seguramente, la mejor versión
que hemos tenido hasta la fecha de la historia del moderno Prometeo. Muy recomendable.
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El monstruo de Frankenstein. Fuente. |
“¿Crees que soy
malvado?”
MONSTRUO DE
FRANKENSTEIN.