![]() |
Imagen libre de derechos. |
Hola. Me llamo… Bueno, ya sabéis mi nombre… Y soy adicto. Gracias. ¿Tengo que contar mi historia? Vale. Empecé muy joven. Fue casi sin querer.
Mi padre me dio la primera dosis, gratis, luego tuve que empezar a pagarlas y… Cada vez, era más caro… Pero hacía lo que pudiera por conseguirlo, porque así era como podía sentirme bien. La única manera.
Desde el colegio, encontré aquellos lugares semiabandonados, oscuros, donde estaban mis camellos favoritos y las variantes de mi droga predilecta. Era perfecto y yo era un maldito drogodependiente. Para mí, no era un problema.
Conocí amigos con mis mismos hábitos. La cosa no hizo más que empeorar, para el resto de los que no fuéramos nosotros . Para mí no, para mí y los míos todo era perfecto, pero estamos en un mundo donde ese no se ve nada bien, por eso he acabado aquí.
¿Lo más grave que llegué a hacer? Pasé noches despierto sólo por ello y al día siguiente no iba a trabajar y… Tantas cosas malas que yo sentía como buenas...
Oh, Dios, lo siento… He vuelto a caer.
Este fin de semana he roto todas mis promesas, no me merezco esta medalla al mes sin vicio… No me merezco nada, absolutamente nada…
Este sábado había descuento y compré un libro. Estoy perdido, perdido, perdido… Este sábado fue el Día del Libro, pero al caer sábado y Semana Santa, algunas librerías harán su descuento el miércoles y… No sé si podré aguantarlo.
Soy un yonki de los libros.
*
El hombre se echó a llorar en medio de los espectadores que dieron un aplauso suplicado por el regidor. Los contertulios prepararon sus insultos, porque se había abierto la veda y el presentador, luciendo una sonrisa mezquina, daba el disparo de salida:
—Tenemos la solución, amigo. ¡Tenemos la solución! Pero ¡antes vayamos a publicidad! En la publicidad y sólo en la publicidad sabréis lo más sucio de este hombre. Una amiga de la tía de la hija que hizo la comunión con él nos lo contará todo, todito, ¡todo!
Todos los adictos a los libros lo saben: los programas del corazón son la medicina perfecta para erradicar la cultura de cuajo.
PD: ¡Feliz (segundo) Día del Libro!