Crítica de la película Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Parte I de David Yates (2010)


La aventura de Harry y sus amigos se acerca a su final. Fuente.

“¡Tus padres están muertos! ¡No tienes familia!"- 
RON a HARRY.

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Parte I es toda una agradable sorpresa, que subió el escalafón de la saga en sus dos últimas películas, siendo una oscura aventura que se convirtió en un gran precedente para la batalla final.

Como sabréis por mis anteriores reseñas, el director David Yates no me gusta demasiado. La Orden del Fénix era tremendamente irregular (sobre todo, por el guion a cargo de Michael Goldenberg) y El misterio del Príncipe (o el Príncipe Mestizo) carecía de muchos buenos momentos del libro además de la falta de fuerza en las escenas cruciales (el fallecimiento de Dumbledore, encarnado por el genial Michael Gambon). ¿Y Las reliquias de la muerte. Parte I ha cumplido o se ha quedado sin nada bueno? Afortunadamente, desde mi punto de vista, David Yates ha filmado una de las mejores películas de la saga, sólo superada por El prisionero de Azkaban de Alfonso Cuarón y muy reñida con La Piedra Filosofal y La Cámara Secreta de Chris Columbus.

Vale, vale… Lo confieso: David Yates ha conseguido que su película me haya gustado. Esto no es porque acabe de venir del cine (cuando estoy escribiendo esta crítica), me he parado a pensar fríamente y he de decir que el realizador ha cumplido. 



Sin embargo, la cinta está lejos de ser una película perfecta debido a que peca de dos de los errores de las anteriores cintas: la falta de brío al realizar ciertas escenas y que algunos momentos han desaparecido. A estos fallos se suma otros de J. K. Rowling y su séptimo y último libro (que está muy por debajo de lo que esperaba como un final apoteósico).

Tal vez, sepáis que opino que si bien Yates falla en algunas cosas es un director de cine que, visualmente, consigue lo que se propone. Por ello, estamos ante una película oscurísima, donde ese ambiente de tristeza y fin se ve en cada momento, con niebla, la escasez de luz o la lluvia. Además, los movimientos de cámara (a excepción de la escena de la cafetería, donde se mueve demasiado para mi gusto) son impecables a la hora de transmitir lo que quiere.

El desiluminador regresa al final. Fuente.

¿Y sobre lo de dividir la adaptación cinematográfica del séptimo libro a dos partes? ¿Ha sido correcto? En mi opinión, lo ha sido (y no es por beneficios económicos), ya que permite que muchas cosas se desarrollen y no sea una película de cinco horas. Por si fuese poco, te quedas con ganas de más y es que, aunque para algunas personas de la sala les pareció un poco precipitado, creo que ha sido un gran final que deja abierto mucho para el final de las aventuras del Elegido.

Centrándonos en los diferentes puntos que suelo tocar en las críticas, hablaré un poco del guión. Steve Kloves podríamos considerarlo como el padre de Harry en la gran pantalla, al menos en cuanto a los guiones, los cuales ha firmado en todas las películas excepto la quinta (como ya he dicho en alguna ocasión).

Todas las adaptaciones de Harry Potter deben quitar cosas que aparecen en los libros (la despedida de los Dursley y Harry) y tienen algún diálogo bastante chirriante (la descripción de cierta varita que digamos que da lugar a malentendidos), cosas graciosas que no son tan graciosas (sí, me queda claro que la poción multijugos no hace que camines del todo bien, pero de eso a estar todo el rato insistiendo en esa idea…) o dan un poco de vergüenza ajena (un poco la escena del baile entre Harry- Daniel Radcliffe- y Hermione, sólo un poco, luego parece arreglarse cuando se toma más en serio). 

Como veis, la séptima cinta cuenta con lo que esperamos de una película de Potter, sin olvidar momentos inolvidables para los aficionados: Hermione (una impecable Emma Watson) borrando la mente de sus padres, la huida de los siete Harry Potter, la reunión de mortífagos liderada por Voldemort, la escapada del Ministerio de Magia, el enfrentamiento de Ron y Harry, el secreto del guardapelo, la pelea final, un desenlace realmente triste y sombrío… Por sólo nombrar algunos.

Desde luego, se pierden muchísimas cosas (por suerte, las largas acampadas, por ejemplo) y, a veces, por la propia Rowling. La escritora no describe las muertes de personajes tan grandes como Hedwing, la lechuza de Harry, el Primer Ministro Scrimgeour (el genial Bill Nighy) y Alastor “Ojoloco” Moody (interpretado por el magistral Brendan Gleeson). Una pena que esas muertes que Rowling no describe o no hace que vivamos el dolor de esa perdida, tampoco lo consigue la película. Salvando la de Hedwing, las demás son comentarios. ¿Por qué no verlas? Supongo que aquí se han pasado de fieles (sólo espero que si en la segunda, cuando Harry recuerda a los caídos como en el libro, sí aparezca Ojoloco en la lista, ya que en la obra de Rowling no es así). Tal vez, por esto, regrese esa carencia de fuerza para ciertos momentos.

Hermione es uno de los personajes más humanos de la saga. Fuente.

Además, si La Piedra Filosofal era el inicio de la aventura del héroe, La Cámara Secreta era ese gran homenaje a la novela de misterio, El Prisionero de Azkaban era una cinta de misterio y viajes temporales y las tres siguientes (El cáliz de fuego, La Orden del Fénix y El misterio del príncipe) eran sobre el pasado, el destino y la adolescencia, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Parte I. es una historia sobre huir (que con el guardapelo nos llega a recordar al Anillo, a Sam y a Frodo de ESDLA, como en el libro)y tener que afrontar tus miedos antes de que te destruyan (sumamos algunas gotas de terror con escenas que consiguen que demos un buen salto en la butaca… Verídico). Impecable las múltiples sorpresas de la cinta (genial las dos apariciones de Nagini).

Recientemente, estuve hablando de cómo hubiera hecho yo el final de Harry Potter en la gran pantalla (sí, digo muchas tonterías… y a veces, las escribo. Lo siento). Algo que recalcaba es que pondría guiños a todos las cintas anteriores. Sin duda, Kloves lo ha hecho: la alacena (con los soldaditos de plomo) y otros heredados de las páginas de Rowling: los patronum y los dementores, el desiluminador…

Sobre el libreto, podemos añadir que Kloves escribe y Yates dirige una cinta con mucho ritmo que hace que las dos horas de la cinta se pasen como nada (me encanta, como ya he dicho alguna vez, que al terminar una película mire el reloj y me asombre el tiempo que ha pasado y del que ni me he percatado). Es decir, tengo ganas de que sea ya verano para terminar la gran aventura de El Niño Que Vivió.

No hay que olvidar la escena contada a través de una animación genuina: la historia de los tres hermanos y las Reliquias de la Muerte. Recuerda incluso al corto español de La dama y la muerte. Una pieza perfecta que me sorprendió gratísimamente en la sala y una demostración de que, cuando se quiere, se puede hacer una  buena cinta y en algunas secuencias de aspecto simple, es donde realmente sobresale. Genial.

La Fábula de los Tres Hermanos es uno de los grandes momentos del film. Fuente.

Tanto el guionista como el director demuestran también ser bastante valientes al no mostrar Hogwarts ni un solo momento (como mucho, sólo el lago). Esto da un aspecto bastante diferente en algunos detalles a la cinta (si estando “encerrados” en Hogwarts “eran libres”, estando fuera se ven obligados a huir para no ser atrapados).

¿El final? Como dije más arriba, me ha parecido ideal y me ha recordado a ese final abierto y dramático con el que Star Wars. Episodio V. El Imperio Contraataca creó escuela (que continuaría excelentemente El Señor de los Anillos. La Comunidad del Anillo y su secuela, Las Dos Torres- ambas dirigidas por Peter Jackson). Por tanto, como soy mala persona, me encantan estos finales que hacen que quieres seguir y que demuestran que no todas las historias tienen que tener un “happy ending”.

Bien, creo que he dicho más o menos todo lo que se me ocurre del guión de Kloves, es hora de pasar a los actores, que es donde siempre se ha mantenido bastante bien la saga.

Hablemos en primer lugar del trío protagonista: Harry Potter, Ron Weasley y Hermione Granger. En primer lugar, Daniel Radcliffe, como Potter, pese a estar bastante frío en algunos momentos (no hay demasiado dolor tras la muerte de Hedwing, como tampoco lo había en el libro), consigue su mejor interpretación de Potter desde la tercera película. En segundo lugar, Emma Watson como Hermione Granger es impecable (sí, ya lo dije más arriba) y considero que es lo que es el personaje en el libro; sin duda, una actriz que apunta a maneras. En tercer lugar, Rupert Grint es el Ron del libro y se ha quitado de encima (¡por fin!) a ese alivio cómico, ese chaval asustadizo (me alegro infinitamente de que en la secuencia de arañas de Las Reliquias de la Muerte. Parte I. no haya puesto su cara típica de miedo de las dos primeras partes). Por cierto, gran error mío no haber mencionado hasta ahora la química que se ha creado entre estos tres actores (y seguramente amigos en la vida real) en estos diez años. 

La tensa escena de la tortura de Bellatrix a Hermione. Fuente.
De los actores más jóvenes también hay que mencionar a Bonnie Wright (muy buena pese a su escaso tiempo como Ginny Weasley), los hermanos Phelps (siempre estupendos), pero, ante todo, Tom Felton como Draco Malfoy que, con escasas palabras, consigue transmitir todo lo que siente su personaje.

En segundo lugar, está el espléndido plantel de secundarios con el que cuenta la cinta. Tenemos a Alan Rickman como un fuerte Severus Snape en la reunión de los mortífagos (sólo una escena, una pena), Imelda Staunton en el rol de la repelente Dolores Umbridge (no aguanto a este personaje), David Thewlis siendo Remus Lupin y Natalia Tena como Tonks (aunque hubiera querido más tiempo), Jason Isaacs es Lucius Malfoy (más que sublime al ver cómo ha degenerado el padre de Malfoy desde que lo viéramos en la segunda parte), Bill Nighy en el papel de Scrimgeour (muy desaprovechado, aunque era lo que pasaba en el libro) y Robbie Coltrane siendo nuevamente el gran Hagrid

Si bien, todos ellos son “desperdiciados” por el metraje y el propio argumento basado en un libro que no terminaba de sacar el potencial de algunos (o ni los sacaba, véase el caso de McGonagall), hay otros fichajes nuevos como Rhys Ifans en el papel de Xenophilius Lovegood que cumple y con creces (y seguramente, si la película se hace bien, podría ser un buen villano para el relanzamiento de Spiderman).

Sin duda, todos ellos son muy solventes y hay que reconocer qué bueno es el reparto, aunque también que Helena Bonham Carter (una de mis actrices favoritas) se ha ganado algo de mi odio encarnado a la temible Bellatrix Lestrange (esa lunática desgraciada). Odio en cuanto a lo que realiza su personaje, no a su sublime (aunque corta de tiempo) duración.

Concluyamos que todos ellos cumplen y que hay un mortífago que descarta entre otros y que no os digo cuál es, para saber si sólo a mí me ha sorprendido cómo un secundario tan secundario se ha robado la mayoría de las escenas en las que ha aparecido.


Una vez hemos dejado el apartado de la interpretación, es hora de comentar los efectos especiales de esta séptima película. Para mí, son de los mejores de la saga. Aunque hay alguno que se podría haber depurado más, otros como Dobby (con la voz de Tobby Jones) son, simplemente, extraordinarios. Destacar el papel de Dobby el Elfo Doméstico (al que tanto eche de menos en las versiones fílmicas) que ha hecho que se me rayasen los ojos viéndola (sí, cierto, soy un pringado). En definitiva, unos efectos visuales estupendos (el ataque de Nagini, la aparición del espectro de Dumbledore, los patronum, la visión de Harry…).

La fotografía y los escenarios, además del vestuario, cumplen muy bien. Véase la fotografía (sí, se mueven como la de los libros del mundo mágico), en las escenas de los paisajes desalentadores; el genial vestuario de algunos mortífagos (los soldados del Ministerio, ¿os recuerdan a lo mismo que a mí?) y unos escenarios que, sólo con el Ministerio de Magia, resultan excelentes (muy fieles al libro).

Dejar sin mencionar la música de Alexander Desplat sería una auténtica pena, porque nos encontramos con el mejor compositor de la saga, sólo por detrás del extraordinario maestro John Williams (quien hiciera la de las tres primeras). Por si fuese poco, a temas como el de la persecución de los siete Harry Potter o el Ministerio de Magia, se suma también el del desenlace, lleno de notas que nos recuerdan al trabajo de Williams. ¡Ah, y, por supuesto, se recupera, aunque cambiándolo un poco, el “Hedwing´s Theme” de John Williams! Sin duda, con Desplat podríamos estar ante uno de los compositores de bandas sonoras puntales de los próximos años.

En conclusión, Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte. Parte I. es una película que ha cumplido con lo que me esperaba, me ha gustado más que las tres anteriores y que prepara todo para un inminente final que no podemos perdernos. He vuelto a creer en la magia. ¿Y a vosotros? ¿Qué os ha parecido?

Dobby, uno de los grandes héroes de la saga. Fuente.
“Es un lugar bonito para estar con amigos. Dobby es feliz de estar con su amigo: Harry Potter”.
DOBBY EL ELFO… LIBRE.

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