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San Junipero es uno de los episodios más diferentes de Black Mirror y nos plantea una duda sobre lo que viene tras la muerte que merece ser pensada. Fuente. |
¿Cómo
un capítulo sobre la muerte y lo que viene después puede llegar a transmitir
tan buen rollo como el que nos otorga San
Junipero y más viniendo de una serie que ha hecho de la incertidumbre y la
oscuridad su seña, como es Black Mirror?
Eso es lo que me pregunto ahora, que me dispongo a escribir sobre el episodio
en cuestión y como lo recuerdo un par de días después de verlo.
Esta
temporada de Black Mirror ha
demostrado la capacidad ya consabida de Charlie
Brooker para atrapar al espectador y sacudirlo durante una hora de
episodio, pero, en este caso, lo hace con otro tipo de sentimientos, trampas,
tramas e historias en comparación a las que nos tenía habituados. Incluso se
permite un episodio como San Junipero, donde la visión de nosotros mismos no
parece tan siniestra.
No,
no se ha edulcorado, Brooker no deja
de lado la tecnología y nuestra dependencia de ella en la historia de estas dos
chicas que se conocen a lo largo de décadas, sino que nos plantea a través de esta
fábula una «solución» a
la muerte. ¿Qué pasaría si, cuando cierres los ojos por última vez, tu alma
pudiese ser trasplantada en la nube, donde existiría para siempre, entre unos y
ceros? ¿Y si el ser humano pudiese fabricar su propio más allá o su cielo?
Brooker no
termina de juzgar, pero nos plantea el dilema; no desde el punto de vista de los vivos, como en el capítulo de la segunda Be right back, sino desde la perspectiva de los muertos o los que están impedidos. Si mueres, ¿querrías ir
a la nube? ¿Y si existiese un cielo? ¿Y si no pudieras reunirte con tus
familiares que nunca tuvieron esa oportunidad de ir a la nube? ¿Y si esa
existencia eterna es lo único que nos queda cuando se apagan todas las luces?
¿Y si no hay nada más…? Acaso, ¿nuestras almas deben vivir para siempre? ¿O nos
convertiremos en esos siniestros seres que buscan algo de vida a lo largo del
capítulo, en el bar de mala muerte?
Como
ya nos dijese Steven Moffat en el
capítulo Dark Water y la octava
temporada de Doctor Who (con,
quizás, otro enfoque), este más allá y lo que supone son buenos planteamientos de
una magnífica serie que da para largas discusiones, pero también está presente
el tema de la eutanasia, la muerte dulce, siempre tan polémico y tratado en el
capítulo con ese reflejo de épocas como los ’80, los ’90 o los primeros 2000,
aunque sobre todo los ’80, tanto en la genial banda sonora como en el guiño a
filmes como The Lost Boys (que ya
terminó de ganarme a los pocos minutos).
Y,
ante todo, no deja de ser la historia de amor de dos chicas con una vida
detrás, pero ¿decidirán vivir tras la muerte? Esa es la pregunta y San Junipero espera. ¿Cuál es vuestra
respuesta?