En plena Guerra Fría, Estados Unidos y la Unión Soviética se enfrentan, capitalismo contra comunismo. La balanza parece que se inclinará a favor de la Unión Soviética cuando en sus tierras se descubra un ser venido de otro mundo con poderes de un dios.
¿Qué hubiera pasado si Superman no hubiese caído en Estados Unidos, sino en la URSS? ¿Qué ocurriría si Superman se convirtiese en un arma de la Unión Soviética, Lex Luthor en la única esperanza de Estados Unidos y Batman en un peligroso terrorista?
Críticas de cómics:
“SUPERMAN: HIJO ROJO”
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Superman como gran héroe soviético. Fuente. |
Título: “Superman: Hijo Rojo”
Contenido: Los tres episodios en los que se divide esta novela gráfica autoconclusiva.
Autores: Mark Millar (guion), Dave Johnson, Andrew Robertson y Kilian Plunkett (dibujo).
Editorial: En España, Planeta DeAgostini. (En EEUU, DC).
Precio: 15,95 €
Páginas: 160.
Género: Superhéroes, ciencia-ficción, ucronía.
Año: 2009, Edición 2010.
“Les ofrecía una utopía, pero luchaban por su derecho a vivir en el infierno”
SUPERMAN
“Superman: Hijo Rojo” pudo ser una obra maestra, pero, finalmente, no lo fue. Tras terminarlo, está la sensación de que el cómic hubiera sido superior con unas cien páginas más para desarrollar ese mundo al que nos traslada: la visión del Superman soviético, su mundo dictatorial, ese revolucionario conocido como Batman, un extraño Linterna Verde…
El guionista Mark Millar elaboró una ucronía, donde más cosas cambian además de la caída de la nave de Superman cuando bebé en la URSS en vez de EEUU. Por ejemplo, ese Batman nacido en Rusia (y aún así llamado "Batman"), el Green Arrow relegado a ser periodista del “Daily Planet” o ese Jimmy Olsen convertido en director de la CIA.
No obstante y, a riesgo de ser pesado, esta obra bebe mucho del “Watchmen” de Alan Moore: un Superman que nos recuerda al Doctor Manhattan (no sólo por ser usado como un arma, sino por su hastío hacia los humanos), ese Lex Luthor que parece Ozymandias (el hombre más inteligente del mundo), una situación de Guerra Fría y superhéroes de la que bebía la magna obra de Moore… Y si fuera poco, el Batman revolucionario del crossover que Moore ideó y que nunca se llevó a cabo “El Crepúsculo de los Superhéroes”. Por no mencionar, que esa versión de Bruce Wayne también es un poco del personaje de V de “V de Vendetta”, otra obra fundamental de Moore. Un Batman terrorista que también nos llega a recordar al cansado Batman de “El regreso del Señor de la Noche” de Frank Miller (otra obra fundamental del tebeo, junto a “Watchmen”, que cambió la forma de ver el cómic de superhéroes).
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Portada de Superman, hijo rojo. Fuente. |
Millar desarrolla este “¿Y si…?” con bastante talente, sorprendiendo, interesándonos, nos encontramos en un mundo que no es el nuestro, pero se le parece. Seguramente, gracias a que Millar está muy contenido (lejos de sus arranques “guayescos” de obras como “The Ultimates” o su puro efectismo “Ultimates Vengadores” o “Kick-Ass”), nos regala su mejor obra junto a “El Elegido”.
El “pero” más evidente es, sin duda, lo corta que se hace y eso que tiene buenísimas piezas para llevar a cabo una grandísima obra, pero que no son demasiado aprovechadas (véase el Batman que podría haber dado más de sí). Otro “contra” es que el dibujo, que en algunos momentos recuerda a los carteles propagandísticos de la URSS, no es siempre tan bueno como al principio, aunque intente mantener la linealidad pese al cambio de dibujantes.
Sobre el final, a mí ha conseguido sorprenderme con su paradoja temporal y ese golpe de efecto que nos guardan las últimas páginas, aunque insisto: hubiera sido una obra más perfecta con más páginas para explorar este mundo alternativo creado por Mark Millar, con guiños a personajes de toda la vida o de la real como es ese JFK impopular, casado con Marilyn Monroe, y Nixon asesinado en su lugar, por ejemplo.
En conclusión, “Superman: Hijo Rojo” pudo ser una obra maestra, no lo fue, pero no deja de ser un excelente tebeo.
Superman salvando el día. Fuente.
“Batman: una fuerza del caos en mi mundo de orden perfecto. El lado oscuro del sueño soviético. Se rumoreaba que era un millar de disidentes asesinados. Decían que era un fantasma, un muerto viviente. Un símbolo de rebelión que nunca se aplastaría mientras el sistema sobreviviera. Anarquía vestida de negro”.
SUPERMAN