Como estaban aburridos, uno de ellos, como si hubiera tenido una revelación, habló:
—El tiempo pone todas las cosas en su sitio.
—Sí, en el cementerio.
Acto seguido, los críos siguieron jugando.
—El tiempo pone todas las cosas en su sitio.
—Sí, en el cementerio.
Acto seguido, los críos siguieron jugando.