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El monstruo de Knock, knock posee uno de los aspectos más curiosos de los seres de las últimas temporadas. Fuente. |
Una mansión, unos estudiantes sin casa, un dueño enigmático, unas criaturas siniestras y un fantasma hecho de madera. Esos fueron los ingredientes del capítulo Knock, knock, el cuarto de esta décima temporada de Doctor Who que siento que, pese a que tiene algunas buenas ideas, no termina de despegar para mí.
Sin caer en aquel especial de Navidad de hace un par de años (el del homenaje narniano) con aquellos monstruos de madera y aquel Doctor incapaz de usar su destornillador sónico con ellos, Knock, knock posee una historia oscura más interesante (¡casas encantadas!), aunque siento que todo termina bien (echo de menos cierta malicia) cuando esas escenas entre madre e hijo y el drama de la muerte de los inocentes me parecían más interesantes. Da igual... ¡Monstruos con alma! Mi debilidad.
Sea como sea, los personajes van de un lado a otro, acaban cayendo por sus decisiones algo tontorronas (en serio, ¿crees que ese caserón con ruidos extraños es un "piso" perfecto para unos estudiantes? Me lo trago como la licencia de las historias de terror, eso sí). Lo mejor es que aún tenemos al Doctor de Capaldi dando respuesta a un anciano que sigue siendo un niño y considero que esa madre de madera, esa fuerza extraña, protagoniza algunos de los momentos más interesantes, como la redención de su terror.
En cuanto a Bill, la compañera, está bien verla como una joven que se avergüenza de su "abuelo" (o lo que sea), que es el Doctor, con lo que se recupera la dinámica de la serie más clásica en muchos aspectos, aunque, en serio, ¿quién se avergonzaría de un tío tan guay como Capaldi?
No estoy queriendo decir que sea mala esta temporada (ni por asomo), pero noto que no me está resultando tan atractiva como otras de las aventuras protagonizadas por nuestro buen Doctor. De todas formas, aún queda temporada. Por mucho que el tema de la bóveda tenga que llamarme y hacer que siga viendo los próximos capítulos, noto que la mayoría de historias son de tránsito y solo tocan los temas que más me interesan de forma nimia. No obstante, nunca se sabe cuándo podría volver cierto enemigo del Doctor y Señor del Tiempo...