Por el nombre de este post,
algunos estaréis esperando un post filosófico (más de lo habitual) sobre cómo hacer escalada (pues subes, subes y te caes lo justo; no es tan complicado) o cómo
convertirse en un juntaletras tan musculado y revientaojos como la Montaña de
Juego de Tronos (visto el panorama literario, podría ser de gran utilidad y… No va de eso.
No del todo.
Bueno, más o menos.
Va de subir
montañas metafóricas donde quizás tengáis que arrancar algunos ojos y…
¿Y si
empiezo ya y me trabo menos?
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| El método de la Montaña no te enseña a arrancar ojos, pero... Así os pondréis al final del camino. Fuente. |
La Montaña
La vida de cualquier persona está
llena de complicaciones, planes a corto y largo plazo, y un mar de confusión (no digo nada nuevo, lo sé).
No creo ser el único que tiene días en los que no sabe qué es lo siguiente y no
sabe cómo actuar (o sí y soy el tipo más extraño de la historia). Todo es un caos donde intentamos abrirnos paso, pero la pregunta es ¿cómo lo hacemos?
Es como si te arrojasen flechas, balas y dagas por todos
lados y no sabes cuál esquivar primero ni cómo afrontarlo ni por qué demonios
unos elfos pistoleros ninja te están atacando (los muy malditos). De ahí, esos
episodios agónicos donde no encontramos sentido y me ocurre mucho como persona
y me ocurre más cómo autor. ¿Cuál será el siguiente punto?
Para calmarme (y porque no lo
considero una mala estrategia), aparte de los toques de productividad de losque os hablé en su día, tengo un método algo influenciado por mi hermana y su "piensa en dentro de un par de años donde querrías estar y hazlo" y por Neil Gaiman (oh,
vaya, sorpresa...). Lo siento por lo del autor de Coraline, pero cuando alguien dice las cosas claras como el autor de The Sandman y, además, es un gran escritor, hay que citarlo.
En su discurso a los estudiantes de arte, entre otras cosas, ese genio y mesías de los escritores que es Gaiman contaba que
puso como prioridad ser escritor y aceptaba y rechazaba cosas según lo
acercasen o no a su meta. Su objetivo era lo principal y tenía que hacer las
cosas que supusieran pasos hasta alcanzar ese pico.
Mi método es el siguiente (y
diréis: “¿método? Es una idiotez” y yo responderé: “¡dejadme en paz! ¡Soy un niño!"): dibujar
una montaña y dividirla por escalones. Cada escalón, incluye lo que queréis ser. En el pico tengo
ser escritor, debajo las cosas que debo ir haciendo para conseguirlo (dar
clases, ir publicando, trabajar de tal cosa, hacer reseñas…). Por el camino de vuestra vida, aparecerán cosas inesperadas, como en cualquier escalada, que os acercarán u os alejarán de vuestro objetivo. Tenéis que elegir.
Vosotros diréis: "si has publicado cosas o a la gente le ha gustado algo que has escrito, eres escritor". Lo sé, pero yo no quiero perderme, quiero seguir siéndolo y quiero tener un camino que seguir. Es lo malo de odiar a los elfos ninja.
Después de la montaña, en un folio
aparte, anoté las cosas que quería hacer para conseguir mi objetivo de aquí a algo más de cinco años (obras que tengo que quiero publicar, novelas que quiero escribir, cosas que deseo hacer...). Y tengo una hoja de ruta marcada.
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| Subir y subir... Y si caemos, volver a subir. Fuente. |
¿Cumplir o no?
¿De qué me sirve esa hoja de
ruta si luego decido no cumplirla? Para perder el tiempo, lo sé. Pero yo quiero creer que soy perseverante y me servirá para ir cumpliendo primero los pequeños objetivos a corto plazo que
espero que me sirvan para conseguir los objetivos a largo. Es un camino arduo y
difícil, pero creo que se cumple con fuerza de voluntad, ánimo y estima. Y sé
que, si solo cumplo con la mitad, ya habré cumplido bastante.
Así que os propongo a todos los
que estáis en ese mar de confusión levantar esas montañas y conseguir esas
metas que ocupan el pico. Si en la cima está terminar vuestra novela, abajo
tendréis ir acabando capítulos. Id cumpliendo con ello. Si en la cima está ser
dibujante, abajo tendréis ejercicios para ir practicando. Sirve para cualquier
cosa y, al menos, te sientes un poco menos perdido, cosa que se agradece. Es lo
que hice para acabar Las Chicas Steampunk, Hollow Hallows, bajar de peso,
comenzar a hacer vídeos… La perseverancia y el deseo de cumplir los sueños es
lo que nos lleva por los mejores caminos hacia ese objetivo vital. Escribir se
consigue escribiendo y leyendo, pero a menudo hay muchas rocas más que subir.
Creedme: escribir es un
complicado acto de fe donde confías en que todo salga mejor de lo esperado y
nunca sabes muy bien cómo. Comencemos por subir esa montaña. Las vistas de
nosotros mismos, al final, son dignas de ser apreciadas.
