El Reto del Juntaletras: Cómo crear un buen villano para tu historia

Lord Voldemort contra Harry Potter. Fuente.

Nos gustan los villanos. Por un motivo u otro, muchas historias son tan buenas porque hay un tipo que planta cara al héroe y lo enfrenta a graves consecuencias. El mal, en la ficción, puede resultar fascinante.

El ser humano suele pasar su vida pensando que los villanos son seres de ficción. Casi nadie considera que tenga archienemigos (sí gente que le caiga mal), pero hay gente que opina todo lo contrario, que sabe que tiene antagonistas… Porque sí, creo que ya hemos superado la idea de que el villano es el que quiere solo el mal; a veces, el antagonista es solo el que quiere lo contrario al protagonista e incluso, a veces, es llevado al límite cuando el protagonista y el antagonista son completamente distintos (una vez más, el aire oscuro de Batman, frente al colorido psicópata que es el Jóker), aunque, a veces, funcionan cuando más se parecen (Walter White es bastante similar a Gustavo Fring).

Sauron, el villano de El Señor de los Anillos. Fuente.

El mundo de la novela (¿y cuál no?) se mueve por el deseo. Los escritores tenemos que hacer que nuestros protagonistas quieran algo. Kurt Vonnegut decía que incluso un vaso de agua podía ser una motivación para un personaje. Sin embargo, en el mundo, siempre hay contrarios, como la otra cara de la moneda de Dos Caras, y debemos saber que un personaje tiene que toparse con otro que desea lo contrario.

El multiverso de los villanos me parece apasionante. Un héroe se valoría la tapa de los sesos si no contase con un buen enemigo. Fijaros en lo que escribí antes, que no lo considero un mundo o un universo, sino un multiverso por su enorme cantidad de variantes posibles. Y voy a confesar una cosa que quizás os choca: considero que un buen antagonista es lo que hace que una historia valga la pena.

Harry Potter no sería tan heroico si Lord Voldemort no supusiera una amenaza monstruosa. Luke Skywalker no sería un gran jedi si no tuviera que vérselas con Darth Vader y el Emperador. Frodo no tendría un viaje tan complicado si Sauron no fuese ese poder maligno y omnisciente que vigila toda la Tierra Media.

Y así podríamos seguir: pensad en todas las historias que os gustan y encontraréis (a menudo) un gran villano.

Darth Vader de Star Wars. Fuente.

¿Y cuál es la clave para hacer un gran antagonista?

El antagonista debe generar terror. No me refiero a que sea un psicópata porque sí, me refiero a que sus actos deben recordarnos más a una fuerza de la naturaleza imparable que a un ser humano. Evocad al Jóker de El Caballero Oscuro o al Kingpin de la serie Daredevil. Llega un punto en que estos villanos son tan poderosos que parecen imparables. La policía no los detiene, el héroe no puede pararlos, arrasan con todo…

¿Qué consigue eso? Generar el sentimiento de amenaza que hace que nuestro héroe sufra y que hace que el lector lo pase mal o no pueda parar de leer.

Los villanos de Marvel. Fuente.

¿Debe el antagonista separarse del lector?

Si por esta pregunta entendemos que el lector solo debe sentir empatía por el héroe, creo que no. Considero que, a veces, funciona que el lector sienta asco del villano, que sea una fuerza terrible con la que no se puede sentir identificado. Sin embargo, también considero que, en muchos caos, lo que funciona es que el lector sienta que ese villano tiene un pasado por el que debe ser así, unos motivos… No obstante, muchos grandísimos villanos nos fascinan.

Nos gusta Hannibal Lecter aunque nosotros no seamos caníbales, porque representa el mal puro, capaz de empatizar con su víctima para causarle más dolor.

Nos gusta Carmilla porque es una presencia oscura y seductora, de aspecto inocente, que mata y se alimenta de los demás por necesidad.

Nos encanta Walter White de Breaking Bad porque todos nos corrompemos y porque él es un malvado que cruza la línea y aceptamos el viaje.

El mal siempre ha fascinado al ser humano y en el arte también es así.

Los personajes de Breaking Bad. Fuente.

¿El villano solo hace el mal?

Esta es una cuestión que ya toqué al principio, pero pensadlo: ¿el antagonista deber ser un villano tipo James Bond que se pone a reírse pérfidamente mientras relata su plan antes de llevarlo a cabo? No. No tiene por qué ser así.

En Canción de Fuego y Hielo hay muchos personajes que podemos considerar villanos como Cersei, pero son personajes con motivaciones y que cambian. No solo buscan el mal. Cersei podría quemar toda la Casa Stark, pero también podría dar un fuerte abrazo a sus hijos. Cersei es uno de esos personajes que presentan ambas facetas y eso es bueno. George R.R. Martin decía que una persona es capaz de hacer algo horrible un día y algo bueno al siguiente. No existe blanco y negro.

Y ese debate se puede trasladar al lector. Recuerdo una discusión gigantesca en un foro porque alguien preguntó: ¿quién es el villano de Watchmen? Si todos evocamos aquel maravilloso cómic, pensamos en cierto personaje, pero ¿es en realidad un villano? Porque aunque lleva a cabo un plan atroz, lo hace para salvar a toda la humanidad. ¿El fin justifica los medios? ¿Puede un malvado ser movido por el bien?

Personalmente, esta es la variable que estoy llevando a cabo en M is for Magic, donde los "villanos" tienen la justificación para hacer lo que están haciendo en la mayoría de los casos.

Cersei de Juego de Tronos. Fuente.

¿Cuánto vale un antagonista o un villano?

Considero que un buen villano es el que nos vende al protagonista. Si gozamos de un buen villano, gozaremos de un gran protagonista (aunque el protagonista también requiere su esfuerzo, no vayamos a hacer que al final nos encante más el villano y que nos pongamos de su lado… ¡O sí!).

Opino que el villano debe tener algunas escenas donde genere esa monstruosidad y esas escenas deben funcionar. En el cine, un problema de muchos villanos de Marvel, por ejemplo, es que tienen poco tiempo de exposición en sus películas (cosa que tampoco debería ser un problema, pero su mayor falta de ímpetu sí es un problema).

Algo similar ocurre en los cómics. Los mejores superhéroes suelen tener a los mejores supervillanos. Ahí tenemos a Superman contra Luthor, ahí tenemos al Capitán América contra Cráneo Rojo, ahí tenemos a Batman contra el Jóker, ahí tenemos a Spider-Man contra el Duende Verde… Hay excepciones, hay personajes que no tienen un excelso panteón de villanos (Iron Man quizás solo cuenta con dos grandes villanos como el Mandarín y Justin Hammer), pero terminan funcionando por otras variables.