No me avergüenzo de celebrar Halloween

Yo cuando veo algunas "críticas" contra Halloween. Fuente.

Las redes sociales, foros y otros espacios de ágora virtual en Internet han convertido el mundo virtual en un pequeño y bullicioso patio donde todo el mundo puede compartir su opinión. ¡Eso es genial! El problema empieza cuando las opiniones se convierten en insultos, prohibiciones y similares. Es decir, cuando una persona pasa a convertirse en el típico matón de escuela y quiere que todo el mundo haga lo que él desee. Esto ocurre con Halloween, mejor dicho, contra Halloween. De repente, muchos odian esta fiesta y desean que nadie la celebre porque consideran que es "extranjera" y que "erradica nuestra identidad". Bien, imagino que es gente que vive en una caverna donde no entra nada que no se haya hecho a medio metro de distancia...

Siempre le comento a un compañero que en esta época donde Internet derrumba barreras, colocarlas por egoísmo o idiotez (que es casi lo mismo) me parece inútil. ¿Por qué en un mundo donde yo, que vivo en Tenerife, puedo hablar de manera instantánea con personas que estén en Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Colombia, Nueva Zelanda..., debo empezar a poner diques a un planeta que es demasiado grande e irónicamente cada vez más cercano? Sí, sé todo eso de la globalización; reconozco que soy partidario de que conservemos las tradiciones que nos aporten algo y que hagan más rico nuestro universo cultural (y por tradición me refiero al folclore, novelas, bailes, leyendas o similares, no a que maten a un pobre animal por "diversión" y "arte"... Quien mata es asesino, no artista). Sin embargo, y sin caer en la demagogia o en temas como el mercado de golosinas o disfraces que reflota cada octubre, ¿qué hay de malo en que una fiesta como Halloween haya llegado a países como España?

Si bien no debemos sustituir nuestras costumbre del Día de Difuntos, considero que por celebrar Halloween no estamos fallando a nuestras raíces. Acaso, la gente que no celebra Halloween y la rechaza por ser un "invento yanqui" (cosa que no es, por cierto) y simple mercadotecnia, ¿tampoco celebra Navidad? Porque hasta donde sé, no es una fiesta que tenga su origen en nuestro país y tampoco creo que se salve de la compra exagerada de comida y regalos en sacrificio de su supuesto significado. Como bien dicen por ahí, si un alienígena tuviese la desgracia de caer por aquí y viese los festejos navideños, ¿los relacionaría con el nacimiento de un mesías? Lo dudo. Al menos La Noche de Brujas es solo una noche, no creo que se cargue ninguna tradición (¿no podemos celebrar varias? ¿Somos tan cortos?) y pienso que su significado y símbolo: la muerte, sigue presente. 

Las personas contrarias a esta fiesta consideran que es un problema que se desgarren los conceptos de "respeto" y "drama" de la muerte, pero seamos sinceros: ¡nuestras vidas son duras y terribles! ¿Por qué llorar más en una fecha que el resto del año por nuestros muertos? ¿No es ver el acto de morir como una diversión, algo que nos hace superar ese terror que todos alcanzaremos algún día? Recordemos que, como decía John Green en su novela (y película) Bajo la misma estrella: los funerales son para los vivos más que para los muertos. Podemos (e incluso debemos) recordarlos como las personas vivas que fueron, los que colmaron nuestras vidas de alegría y no como dramas donde solo se rememore sus muertes; celebrar Halloween no le falta el respeto a los que perdimos, como Navidad o similares (como idea de unión y paz, no de regalos y malgastos) no deberían faltar a su religión. Pienso que se puede ir por la noche a pedir golosinas o ver películas de terror, por la mañana se puede ir a visitar a nuestros muertos (igual que cualquier día), y se les puede recordar siempre como lo que fueron en vida.

Pienso mucho este tipo de cosas y de dónde vienen mis pensamientos. Desde pequeño siempre me gustó ver en películas o series todo el tema de Halloween; en aquella época era casi imposible que por aquí, esta roca rodeada de agua, se celebrasen fiestas con este motivo o las tiendas tuviesen escaparates sobre La Noche de Brujas (cosa que ahora sí pasa). Lejos de ahuyentar esos sueños (el peor crimen contra uno mismo es matar a ese crío que llevamos dentro), con los años, mis gustos por el cine, los cómics, la literatura... no hicieron otra cosa que acercarme a este camino ya fuese literario o vital. He escrito historias de terror como Hollow Hallows y disfruto del género fantástico. Lo festejo cada día. ¿Por qué no poder compartir esto con todo el mundo en una noche donde los sustos se mezclan con la alegría en un fenómeno que es cuanto menos curioso? ¿Hay algo malo en eso, algo de lo que no me he dado cuenta o no se pueda rebatir?

Podría resumir todo mi discurso en que sostengo que la tolerancia debería ser un don más valorado. ¿Qué hay de molesto en que una persona cercana a ti celebre una fiesta que no daña a nadie? Créeme, porque alguien celebre una fiesta que tú no, no está destruyendo tu identidad ni tu cultura, simplemente la enriquece con variedad. Por eso, tú tienes derecho a solo querer ver tumbas y lágrimas, mientras que otro debería poder si quiere pedir golosinas, disfrazarse, leer historias de terror de autores como Edgar Allan Poe o Stephen King, practicar el "truco o trato"... No te quitan ni una cosa ni otra y vivimos mejor siendo lo que somos en ese breve lapsus de luz parpadeante entre infinitos de oscuridad que es la no existencia y la muerte. ¿Hay algún problema en eso?

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