El
alivio y la nostalgia son los dos sentimientos que han impregnado el cierre de
la trilogía Heraldos (compuesta por Heraldos de la Luz (crítica), Heraldos de la
Oscuridad (crítica) y Heraldos del Bien y del Mal (crítica).
El jueves 6 de septiembre, Víctor Conde
presentó la tercera novela que cierra este ciclo. En esta última aventura, los jóvenes protagonistas
(Mauro, Erik y Tanya), mitad humanos y mitad ángeles, se enfrentan a la batalla
final que tendrá lugar en el infierno y contará con inesperados aliados.
Una novela que no acaba
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Portada de Heraldos del Bien y del Mal. |
El ganador en 2010 del Premio Minotauro reconoce que si bien su libro favorito es el segundo, el tercero lo considera
una buena novela que cierra gran parte de este mundo. Para él, cada uno de los volúmenes es diferente.
Su parte favorita de Heraldos del Bien y del
Mal fue la parte del Arca de Noé. El escritor asegura que llenó de misterio esa parte de la novela (en parte, debido a la
música:escribe escuchando bandas sonoras, como la perteneciente a En
busca del arca perdida).
Ahora que la trilogía ha concluido, Conde
rememoró cómo nació Heraldos. La
editorial Hidra pidió a Víctor Conde una novela sobre ángeles y demonios de
temática juvenil. El punto que impulsó la obra para el propio escritor fue el
tema de las tribus urbanas. De ahí que dos de sus personajes formasen parte de
estas corrientes: Tanya como lolita, Mauro como scene (o emo).
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Las dos primeras novelas de esta saga: Heraldos de la Luz y Heraldos de la Oscuridad. |
Una novela juvenil diferente
Conde
cree que Heraldos no es solo para un público joven. Según Conde, su novela tiene otras lecturas, que permite al lector disfrutarla a diferentes niveles. Pese a eso,
nunca tuvo problemas con la editorial Hidra.
El objetivo de Conde fue la búsqueda de escapar del cliché de otras
novelas juveniles. Tal motivo le llevó a tender la posibilidad de un romance entre dos
personajes que no termina bien, los personajes no terminan juntos, son
demasiado diferentes. El autor lo califica de “travesura”.
Como curiosidad, a la hora de escribir la historia, rehuyó la
lectura de otras novelas juveniles actuales y se documentó en las propias
fuentes de la religión cristiana, uno de los componentes más enriquecedores de
la trilogía y que no es compartido por algunos lectores que buscaban una novela de "romance paranormal" (tal y como se ha leído por la "blogosfera literaria").
Lo
que vendrá después
Los
próximos trabajos del escritor canario serán en el campo de la ciencia ficción,
género que le encanta al autor de Hija de Lobos (reseña aquí). Estas nuevas historias
formarán parte de Crónicas del Multiverso para Minotauro y la otra será Eco
para Hidra.
Por si fuera poco, Conde también trabajará en
otro terreno más allá de la novela: el cómic (con la firma de varios autores). ¿De qué irá? Un grupo de
personajes religiosos se reúnen, en palabras del autor: “para formar un grupo
de superhéroes al estilo Los Vengadores”. El personaje de Conde será un
Jesucristo, que trabaja con su padre en la
sección de madera Leroy Merlín.
Víctor Conde se siente satisfecho por la
trilogía de Heraldos y no descarta en volver a la temática juvenil, aunque con otros
enfoques.
El
escritor regresará al mundo de Heraldos, pero con sus protagonistas ni en formato de novela, sino como relato y centrándose en los secundarios y lo que pasó después de la trilogía.
Hay novelas que concluyen, pero no del todo.