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Me pregunto por qué el bicho amarillo está tan feliz y los azules tan tristes. ¿Será que el amarillo, siendo diferente, es feliz? ¿Será que el amarillo disfruta de las desgracias de los azules? ¿Será que podemos ser felices mientras los demás están mal? ¿Será que estoy haciendo demasiadas preguntas en las cuales cabe toda respuesta?
Siempre he pensado que es más difícil ser feliz que estar triste.
Estar triste es algo muy fácil. Lo complicado es conseguir salir de ello. Tanto que incluso a veces dudas de que puedas escapar de ello, de que exista la felicidad.
Como todas las utopías, es sencillo soñar con ellas, raro que tengas pesadillas con ellas... casi imposible que se hagan realidad.
Por cierto, hoy estoy feliz.
Mañana ¿quién sabe?
No lo sé, ya llegará.
PD: Dedico este post a los azules y para alegraos el día os dejo esta canción que suele conseguirlo, al menos en mí
