El nuevo origen de Candyman de Clive Barker


Pese a que la nueva versión de Candyman se ha retrasado por la pandemia, su directora, Nia DaCosta ha compartido un nuevo e interesantísimo avance. Fuente.

Pienso que el terror que vale la pena es aquel que no se conforma con vísceras, muertes fáciles, salvajadas, sustitos, golpes y tonterías varias; eso es una casa del terror de una feria, no una buena obra. Sí, reconozco que a todos nos gusta pegar un salto o sufrir con una escena escabrosa, pero creo que las historias de miedo que realmente funcionan son las que tienen un mensaje, más o menos, velado; aquellas que dicen algo sobre nuestro mundo, sobre nuestras vidas. En realidad, más allá del terror, creo que una historia, sea del género que sea, debe contar algo interesante, tener un mensaje. Sin embargo, a menudo, el terror es visto como el género más fácil y descerebrado cuando existen obras perturbadoras, con significado y poderosamente catárticas (recordemos que Aristóteles veía la catarsis de la tragedia como un modo de extrapolar nuestros sentimientos más profundos, algunos de los cuales ni siquiera éramos conscientes... Básicamente, lo que hacemos con la adrenalina de un buen susto). 

Puede que, junto a las dos primeras películas de Hellraiser, la mejor adaptación al séptimo arte de la obra del polifacético artista Clive Barker sea Candyman (Bernard Rose, 1992). Pese a haber caído en el olvido, es una gran película de los '90 que, más allá de asesinos con voces tétricas, abordaba el racismo y la pobreza de la comunidad negra. La historia de un antiguo artista negro, que fue torturado y asesinado por los blancos, que regresa como un ser de ultratumba servía para profundizar en el origen de las leyendas urbanas. Casualmente, todo este subtexto fue añadido en el film, pese a que se basó en el relato Lo prohibido, publicado en la colección de cuentos Libros de Sangre.

Después de dos secuelas (a cada cual peor), Candyman ha sido un villano dejado en un segundo plano y, pese a la fantástica reinvención del mito del monstruo vampírico (recordemos los puntos comunes de la trama con otra película de ese año: Drácula de Bram Stoker de Coppola), es recordado solo como parte de una cinta más celebrada por la atmosférica banda sonora de Philip Glass que como una muestra del hecho de que el terror puede servir para ser un género reivindicativo.

Volviendo a la realidad, tan tétrica como un cuento de miedo, durante estas décadas que han pasado desde 1992, ha aparecido la figura del guionista, director, actor y productor Jordan Peele. Este autor ha contado historias como Déjame salir o Nosotros, obras cinematográficas en las que el miedo se mezclaba con el factor social de la comunidad negra. Cuando anunció que iba a producir una nueva versión de Candyman, parecía un personaje perfecto para él. Y, aunque el primer tráiler nos la vendía como una película más (acompañada de música popera de principios de los 2000), ahora nos llega un nuevo avance que, mediante marionetas y sombras, nos narra el nuevo origen de Candyman



Y solo puedo decir que resulta deslumbrante y embriagador. La historia de Daniel, más tarde Candyman, es una historia inmortal que, tristemente, encuentra ecos en nuestra propia realidad y de ahí todas las alusiones a personas negras que han sufrido las injusticias en su propia carne.

Por supuesto, hay polémica. Donde algunos están acusando a la película de oportunista por aprovechar la dura coyuntura que está viviendo Estados Unidos con motivos de las manifestaciones y revueltas contra la conducta policial ante la comunidad negra, yo considero que los creadores han aprovechado para hablar sobre cómo el terror exterioriza y muestra nuestros miedos actuales (aunque sea mediante la metáfora o el horror).

Candyman trataba sobre cómo el miedo crea monstruos y es un mensaje que aparece continuamente en el terror: los fantasmas exteriorizan nuestro temor a la muerte, el vampiro evolucionó de la enfermedad a la drogodependencia en los '80, el hombre lobo hablaba de cómo podemos perder la razón, el señor Hyde era el lado oscuro que todos escondemos... Candyman representa muchísimas cuestiones que están más vigentes que nunca. Ojalá la película mantenga el tono de este nuevo avance y la obra de Clive Barker sea celebrada como se merece (y más ahora, que se ha metido en juicios para recuperar los derechos de Hellraiser, obra que iba a ser convertida en una serie de HBO -supuestamente-).

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