En 1998, Mark Osborne nos regaló un cortometraje, nominado a los Oscars, que trataba sobre la desilusión, lo rutinario y sobre cómo buscamos nuestros sueños. Nos encontramos rápidamente con una obra conmovedora, que no necesita diálogos para trasladarnos a una ucronía terrorífica o, simplemente, ¿nuestro futuro inmediato? No tardamos en recordar esta tecnología terrorífica de Black Mirror o Tiempos modernos.
De eso va More, stop motion que consigue abrirnos en canal para sacar la fantasía de nosotros mismos, de lo que somos o ansiamos ser.
P.D.: Si os ha gustado el tema, es de New Order y se llama Elegia.