Un aviador acaba en el desierto, debe reparar su avioneta en ocho días, antes de que se quede sin agua. De pronto, se aparece ante él un niño que le contará varias verdades que sólo cuando somos niños vemos con más claridad. Él es el Principito.
“He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien con el corazón.
Lo esencial es invisible a los ojos”
Lo esencial es invisible a los ojos”
Considero que hay libros que debería leer todo el mundo. No por una moda o porque sea algo obligatorio en sí, sino porque te ayudan a aprender cosas y ser mejor persona.
Uno de esos libros que, para mí, son imprescindibles es El Principito. Los temas que trata, desde la amistad hasta la inocencia, esa crítica a hacerse un adulto “serio”… son temas de los que todos deberíamos leer y más sus sabias palabras y sus metáforas.
La narración de cuento, acompañada de los dibujos de ese autor (que sólo supo dibujar con seis años boas abiertas y boas cerradas), nos sumerge en un relato sobre lo que éramos y somos y también sobre lo que podemos ser. En sus casi cien páginas, hay tantas metáforas y doble lecturas que cada lector debe tomarse su tiempo para asimilarlas y sacar su propia versión. Como las mejores obras, cualquier respuesta, cualquier visión, es posible, porque el escritor no excluye ninguna. Es más, se nos antoja como el gran regalo que su autor nos hizo a todos antes de que no regresase de una de sus misiones de aviación. Sin duda, un gran y eterno regalo.
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El Principito y su amigo, el zorro. Fuente. |
Así, nos encontramos con el Principito siendo la inocencia y la curiosidad que algunos pierden cuando se hacen adultos, el aviador (que podría ser el autor) con su crítica a la gente que se ha hecho mayor y que ha perdido la forma de ver el mundo como los niños (y eso que él es adulto), ese cordero dibujado que representa el amigo que puede ayudarte en tus problemas (comerse los baobabs) o creártelos (si se come la Rosa, que representa el amor), el rey como forma de la ambición y de poder desobedecer si algo te parece malo…
Quizás mi personaje favorito, junto al aviador y el Principito, sea el zorro. Este personaje habla del valor de la amistad, de que lo importante realmente no lo vemos con los ojos, es invisible, y su forma de ver la “domesticación”. Creo que el secreto del zorro es un regalo a todos los que leemos este libro.
Sobre el final, es triste, como todas las despedidas y que sentido a otra metáfora que hay en la historia sobre el sentido de la muerte, da igual el cuerpo, lo importante es el alma y su recuerdo.
Un cuento genial que, como ya dije en un principio, todos deberíamos leer alguna vez en la vida. Me hubiera encantado que me lo leyesen de niño, pero me crié sin cuentos. Afortunadamente, lo he conocido ahora y creo que lo leeré de vez en cuando.
¿La nota del libro? En serio, después de leer esto, ¿hace falta que la diga?
Me gustaría acabar esta reseña con la siguiente frase de la dedicatoria…
“Todas las personas grandes han sido niños antes. (Pero pocas lo recuerdan.)”