![]() |
Cuando leo un libro con una protagonista sin carácter y el romance paranormal metido a calzador. Fuente. |
Devon
Crawford y los Guardianes del Infinito está a punto de salir al
mercado y eso hace que, como autor, algunas cosas que diste por hecho tomen
otro valor cuando descubres que hay algunos lectores (por suerte, no muchos)
que no pueden unir dos ideas: tener una
protagonista femenina y que no viva el rallante amor hacia un hombre.
Algunos enarcaréis una
ceja, sin entender demasiado, pero es (hasta cierto punto) interesante leer a personas
que esperaban que la protagonista, por
ser una chica, tuviese que amar a un tipo mágico o a dos tipos y jugar con
ellos, como tantas otras tramas románticas que se han vendido bajo la
etiqueta de fantasía en los últimos años.
![]() |
La portada de Devon Crawford y los Guardianes del Infinito. |
Devon
lo deja claro desde uno de los primeros párrafos:
“Si esperas que esta sea la historia de una quinceañera que se enamora de un chico malo con poderes como el cambio de carácter inesperado y que entra en el mágico universo de la anulación de la personalidad o alguna cosa de este estilo, como una huérfana que descubre que es la elegida por una profecía salida de una galletita de la suerte, he de pedirte que te marches y busques otro libro, porque este no es el que estás buscando”.
Narré esta obra desde el
punto de vista de una chica porque hacía mucho tiempo que deseaba escribir
sobre una joven. Y lo hice en primera persona porque me parecía un buen reto. Y
quería demostrar que una chica puede tener carácter (¡como todas las que
conozco en la vida real!) y no tiene que ser la prisionera de un romance
típico. Por eso, sentí que no debía
haber ninguna trama amorosa metida a calzador que robase espacio a toda la
trama. El problema es que mucha gente pensaba que sí y lo encuentran como
un defecto: “¿novela de fantasía narrada
desde el punto de vista de una chica? Hay romance fijo”. Y no, no lo hay.
Por suerte, no. No toda la fantasía tiene que ser un estereotipo (es más, por
el concepto debe intentar ir más allá de eso).
![]() |
¿Un buen resumen? Fuente. |
El problema del mundo fantástico y el romance forzado
En los últimos años, con
demasiada frecuencia, cada vez que he
leído una saga donde la protagonista es una mujer ha surgido el problema
(no el hilo argumental) de que pronto,
la saga deja de tratar sobre una historia para convertirse solo (SOLO) en una
trama romántica. Y ocurre en las trilogías de género fantástico. De pronto,
la chica conoce a un maltratador en potencia, un atormentado con algún poder, y
el mundo de la chica gira en torno a él (ni familia ni amigos ni nada) y, si es
una novela de fantasía, la chica se enamora y salvar el mundo parece casi
secundario. Es como la justificación perfecta: si tienes a una chica, tiene que amar a alguien sí o sí, tiene que
buscarse un novio, y eso es primordial para que la trama se desarrolle. Es de
cajón.
A mí, eso, no me gusta. Me
resulta ya cansino. He conocido a muchas mujeres fuertes a lo largo de mi vida,
que no tienen que abrazar la idea de buscar un hombre (curioso que pocas veces
sea buscar a otra mujer…) para estar completas. Se puede salvar el mundo o buscar sentido a la vida sin la necesidad de
problemas amorosos, muchas veces resumidos en manidos triángulos amorosos de
“chico malo, chico buena, chica” o la trama espeluznante (que creo que solo
funcionó bien en Star Wars hace más de treinta años -y porque no era la trama
principal-): la historia de quiero a un chico, pero tengo que querer al otro,
porque resulta que el primero podría ser mi hermano. Sí, la novela fantástica vista como un culebrón desarmado.
![]() |
Y hay más que solo romance. Fuente. |
No obstante, también considero que se peca en demasía de
construir a mujeres sin carácter que protagonizan las novelas. ¿Cuáles son
sus verdaderos toques de carácter? ¿Son humanas? ¿Por qué son seres lineales,
como lienzos en blancos sobre los que se puede escribir cualquier cosa? ¿Por
qué no se equivocan? ¿Por qué jamás cuentan un chiste? ¿Por qué su mayor
preocupación es gustarle a un hombre o la ropa que llevan puesta? ¿No es triste
resumir todo a estereotipos banales? Yo creo que no todas las mujeres quieren
leer a esos seres apagados y sin vida que algunos escritores (y escritoras)
llaman “protagonista femenina” (o sí, ¿qué sabré yo?).
¿Quiere
esto decir que hay que eliminar todas las tramas románticas de las novelas
protagonizadas por mujeres? No, ni de lejos. Lo que digo es
que no tiene por qué resumirse toda la historia a ello, no tiene por qué ser el
eje principal, no tiene por qué convertirse en el agujero negro de una historia…
Y eso siempre depende del escritor. Pienso que hay autores que pueden coger
elementos muy vistos y hacer obras de arte y otros puede tomar elementos que
pocos conocen y hacer birrias o viceversa. Los elementos son material que el
autor debe modelar.
![]() |
Cuando leo ciertas sinopsis. Fuente. |
Un ejemplo de una saga de
fantasía con una protagonista femenina es Skulduggery
Pleasant. Su protagonista es una cría llamada Valquiria que va creciendo a lo largo de los libros y, en los
primeros volúmenes, el amor no es un elemento importante, no tiene novio, no
quiere un novio, ¿para qué? Tiene que aprender magia y salvar el mundo. Y aún
así, quiere: a sus padres, su tío, a Skulduggery,
a Tanith… Y a partir del cuarto
libro, empiezan a surgir tramas amorosas, pero no son las principales, no
anulan a Valquiria y no la convierten
en un guiñapo cuya mayor decisión de su vida es elegir.
Otro ejemplo: ¿os imagináis
que todo Harry Potter hubiese ido
sobre si Harry elegía a Cho o Ginny en vez de sobre tantos otros temas como la amistad, el valor…?
¿A qué hubiera sido triste? Para mí, al menos, sí.
![]() |
Por suerte, no. Fuente. |
El gran problema de todo
esto es que algunas de esas obras, donde se vende que un hombre puede disponer
de una mujer sin consideración o que una mujer puede manipular a dos hombres
por despecho, se venden a adolescentes y algunos de estos jóvenes se acaban
creyendo esos patrones (no todos, pero hay muchas personas, en sus primeros
días, que no tienen aún una personalidad marcada). Opino que ya hemos tenido demasiada literatura donde la protagonista
debe ser una esclava de sus amoríos sin personalidad. Y si no todo el mundo lo
piensa (cosa legítima, por supuesto), sí, considero que está bien tener una
protagonista diferente. Me siento feliz con Devon y, cada vez que alguien diga
algo de la trama romántica, sonreiré sabiendo que no he danzado en esa pista
tan quemada.
En conclusión, para ir
cerrando esto antes de que me quedé sonriendo como un tonto todo el día por
pensar en mi Devon, opino que las
chicas se merecen algo más cuando son las protagonistas de un libro. Y
considero que podemos dárselo.
P.D.: Si estáis hartos del romance con bicho raro de por medio y de las protagonistas sin personalidad, aquí podéis leer a Devon y compañía.