Cuando estoy escribiendo una novela...

Una fotillo que uso a la hora de escribir

Cuando estoy escribiendo una novela, siempre me pasan dos cosas…

Primero, digo: “mi próxima novela va a ser más simple”. Luego, cuando llevo más de doscientas páginas, tropecientos personajes y varias subtramas, me digo a mí mismo: “Vale, me equivocaba. Quizás la próxima”… E iniciamos (¿o continuamos?) el círculo vicioso.

Y ¿cómo va la cosa? ¿Avanza o avanza? Haré una lista, porque casi nunca hago una lista y quedan taaaaaaaaaaan bien…

-Llevo 494 páginas, es decir 118.429 palabras (cuenta el Word, le creeré). No obstante, para mí, número de páginas no es igual a calidad. Lo importante es que me está gustando... He de añadir que empecé a escribirla, creo, en abril de este año. Es decir, unos tres meses aproximadamente.

-Voy por la sexta de la seis partes que creo que tendrá la novela (seis partes en un solo libro, no seis libros).

-Cinco partes ya están corregidas a falta de un par de revisiones más que den más coherencia entre una cosa y otra.

-Tengo docenas de citas célebres que acompañan a los capítulos e interludios. (Esto me hacía ilusión ponerlo).

-Dentro de la trama, tengo personajes buenos, sobre todo uno que me gusta bastante, Por suerte, me lo paso bien escribiendo a todos. Es lo más importante: pasarlo bien y disfrutar mientras creas tu propio mundo.

-Hay varias referencias a tebeos, canciones (muchas), series, películas… Pero, sobre todo, a libros. Me han influido muchas cosas, pero, sobre todo: “La Cosa del Pantano”, el “Doctor Who” y “Sucker Punch”.

-Creo que tiene ritmo, no dejan de pasar cosas. La persona que la ha leído, Elsbeth (sí, que siempre me soporta con mis movidas raras), me habla muy bien de ella…

-Se supone que es fantasía urbana, pero he intentado huir tanto de un género en sí… Que sólo es una historia. No quiero hacer el típico relato de chica se enamora de chico y chico resulta ser un mamut chupasangre de cebras… No, damas y caballeros, ni siquiera sale un mamut. Ya sé que he perdido a la mitad del público con este comentario, por eso lo he dejado para cerca del final (¡y sí, ahora huiréis, pero ya habéis leído la mayor parte de la entrada! Muahahaha).

Y hasta aquí la lista.

Al principio de este comentario decía que, cuando escribía, siempre decía dos cosas. ¿Cuál es la segunda? Fácil: que es duro decir a adiós a una historia que has escrito durante meses. Es una sensación agridulce, porque es triste decir “hasta nunca, mi buen señor”, pero también me gusta saber que en unas semanas, mientras reviso esta, ya estaré intentando juntar letras para otra. Nada termina, como dejaba entrever el Doctor Manhattan en su última frase “Watchmen”.

Me largo, no a Marte (como el Doc Manhattan) sino a escribir, que paséis una buena tarde.