“El precio de lograr lo que quieres es lograr lo que una vez quisiste. Ahí vemos a Shakespeare sentado, con todo el talento para escribir y todos los logros que ansiaba en Sandman 13. Pero ya no sabe si es eso lo que quiere, porque ya no es el muchacho que lo quería”
NEIL GAIMAN.
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Sandman y Shakespeare arreglan viejos tratos. Fuente. |
Y por este tipo de cosas, siempre vale la pena redescubrir The Sandman y también los contenidos del apéndice publicado junto a la obra en la edición que hizo Planeta DeAgostini hace unos años. En esos textos, Neil Gaiman narraba una ingente cantidad de curiosidades sobre este cómic.
Antes que nada, Gaiman convirtió a Shakespeare en uno de sus personajes. Como sabréis si habéis leído la obra, Morfeo selló un pacto con él para convertirlo en el gran dramaturgo que todos hemos conocido. Una hermosa historia que teje realidad y fábula, algo a lo que Gaiman está acostumbrado. A su vez, el autor inglés es capaz de concebir a Shakespeare como un ser humano, un escritor que también fue una persona y sufrió pérdidas.
Y, más allá de esto, Neil Gaiman habla sobre dos aspectos importantes: cómo muchos escritores nos frustramos cuando logramos aquello que queríamos, pero, asimismo, versa también sobre todas las personas que logran eso que movió sus actos y los llevó hasta el lugar que quisieron, pero en el tiempo en que ya no lo quieren.
¿Veis? Vale la pena (y mucho) releer The Sandman.