¿Cómo registrar tu novela en la propiedad intelectual? (O historia de un pequeño viaje)

Hace un tiempo os contaba que terminé Las Chicas Steampunk (oh, sí, ¡he terminado dos novelas este año!) y mientras concluyo la versión especial de Hollow Hallows (finales de año, estad atentos), he decidido contaros cómo fue el proceso de registrar la novela después de terminarla en el caso de la primera novela (que sigue a la espera de que la editorial diga algo).

[Y sí, escribir esta entrada y volcarme en este tipo de cosas es una manera de hacer más cosas sin asfixiarme, porque llevo nervioso desde que entregué esta novela hace meses a la editorial y necesito pensar en algo mientras planeo el siguiente paso y... Y... Y...]

A lo que iba. Os voy a contar cómo es este viaje en clave de tutorial, cosa extraña o similar:

Safe Creative, te puede salvar el pellejo

Si no vivís en España, os digo que os informéis de cómo funciona el tema de los derechos de autor en vuestro país, ya que puede que tengáis otros sistemas y, por desgracia, me pasé cuatro años estudiando Periodismo y no Derecho, por lo que no me entero mucho.

Pero antes de que os marchéis con cara de decepción, os daré otra opción: Safe Creative. Esta web es una buena opción para registrar vuestra obra incluso gratis si tenéis una cuenta básica, es muy instintiva y pronto la dominaréis. Yo la uso junto a los métodos más anticuados de registro (sí, se puede combinar).

Safe Creative, otra opción. Fuente.

Al Ministerio de Mag... No, al Registro

Y ahora vamos allá, si ya habéis registrado vuestra obra en Safe Creative y vivís en España, os diré lo que yo hice: meterme en la página del Registro de la Propiedad Intelectual. Os aconsejo que lo hagáis con calma y que consultéis dónde está la oficina más próxima en este enlace.

Si no veis ninguna oficina cerca, ¡tranquilidad! Tenerife no figura en esos mapas, pero una compañera de carrera en su día me dijo que se hacía en la que denominamos la Casa de la Cultura de Santa Cruz (algo así como el paraíso, ya que es una biblioteca y está plagada de buenos libros). Me informé, escribí y sí, había una oficina. La funcionaria me resolvió algunas dudas por correo, como el horario ya que era julio y en julio cerraban una hora antes, así que enteraos bien de estas cosas.

Yo me lo imaginaba así, pero no. Fuente.

¿Vía telemática o en persona?

Bien, si ya sabéis dónde esta vuestra oficina ahora os embarco en el viaje de la solicitud telemática (os explica muy bien ese enlace cómo va este tema, así que hacedle caso) y por la que opté yo: imprimir los papeles, la obra e ir a la oficina de registro.

La opción de enviar a C-3PO y R2-D2 no está disponible. Fuente.

¿Qué papeles llevo?

Podéis descargaros el impreso que necesitéis por aquí. Leed bien las intrucciones para no meter la pata, aunque el funcionario de rigor (en mi caso una funcionaria bastante agradable que me ayudó en todas estas cuestiones, un saludo desde aquí aunque no creo que lo lea) os podrá echar una mano.

Los dos formularios que hay que bajarse.
Necesitáis una fotocopia del DNI.
Una copia de vuestra obra.

-¿Una copia de nuestra obra? ¿Eh?
-¿Eh?
Calma, ahora os cuento.
Fuente.

¿Cómo debe ser la copia de vuestra obra?

Esta información me la resolvió la funcionaria vía correo, ya que no la encontré por ningún lado, así que la comparto con vosotros por aquí.

Encuadernada de forma simple, con espiral vale. Rechazad la idea de encuadernados caros, tipo de piel. Eso se deja para el Necronomicón.
Formato DIN-4 (folio de toda la vida).
Tapas transparentes.
Tipo de fuente: no precisa, pero no uséis Wingdings, malditos. Una Times New Roman 12 a espacio doble o 1,5 siempre arregla todo.
En la portada, que se pueda ver claro, el nombre de la obra, vuestro seudónimo (en mi caso sería Carlos J. Eguren) y vuestro nombre real.

A Lovecraft le dijeron que nanai por llevarlo así. ¡Cuidado! Fuente.

¿Cuánto cuesta el proceso (y no es el de Kafka)?

Ellos os darán el justificante con el que iréis al banco y demás una vez el proceso comience, porque tenéis que ir a pagar una tasa de casi 14€ para que formalice el trámite.
Sí, imprimir un manuscrito es caro como hacerlo con sangre de unicornio.
Sí, el registro de la propiedad intelectual es voluntario.
Sí, pagar por un trámite es complicado a veces...
Pero el mundo es así por ahora y os explico cómo me fue a mí.

No os preocupéis. Si sois escritores, nunca tendréis tanta pasta.
Fuente.

¿Resultados?

En seis meses, deberíais recibir una carta certificada donde os darán la resolución. De no suceder así, consta como que sí, que os la han dado (sacad el maldito champán). Por ahora, yo sigo esperando. No descarto que venga con una lechuza en plan Hogwarts. Eso sería genial.

Rezad porque no os envíen a Errol. Fuente.

¿Vale la pena?

Mi experiencia fue positiva. La funcionaria me explicó varias cosas y me avanzó algunos datos importantes sobre el registro. Tengo mi obra esperando lo que diga la editorial y tiene estas garantías. Recordad, no obstante, tomar otras precauciones y decir por vuestra cuenta. Este solo es una parte de la travesía. Si tenéis alguna duda, no dudéis en dejármela en los comentarios y os respondo lo antes posible.
En fin, ahora puedo contaros esta aventura. Ojalá tuviese dragones y esas cosas, pero lo del dragón es otra historia que espero algún día contaros.
O no.
Suspense.

Pulgares arriba, venga. Fuente.

Actualización:

He estado rebuscando en el Arcón de los Papeles Perdidos y he encontrado la carta que me enviaron a finales de noviembre o principios de diciembre (no recuerdo bien), donde se me comunicaba que habían reconocido mis derechos de autor. ¡Sí, la carta! Es decir, el proceso ha funcionado y sigo esperando a que la editorial diga algo, pero vaya, si yo soy el engendro sin suerte por antonomasia, sentía que debía completar este post de esta manera. Os deseo suerte.