Sobre lo que estoy escribiendo: La documentación (o ir de indocumentado por la vida)

¿No os gustan los lobos?

Hace poco, la compañera Misery desde su blog escribía sobre el proceso de documentación para una novela (os recomiendo el post si queréis saber algo más de su novela sobre hadas bajo la mirada de ella, una devota de Stephen King).
Me ha parecido una buena idea hablar sobre documentar una novela, siguiendo los pasos de Misery (y porque no sabía sobre qué escribiros esta semana en cuanto a la reescritura de La Historia).
Tengo que hacer memoria para recordar cómo me documenté, pero puedo deciros que la mayoría de las cosas que hice fue buscar buenas canciones con buenas letras que pegasen con La Historia (sí, es algo similar a un musical en formato de novela, aunque en su época primigenia fue un guion). Si no hubiera sido medio musical, también hubiera buscado música, ya que escribo escuchando música.
¿No os gustan las estatuas?
Aparte de eso, busqué muchas cosas sobre vampiros y hombres lobos. Y siempre terminaba en páginas de rol o cosas raras. No sabéis de los rollos extraños que se podían encontrar en esa época. Ahora, si pongo cualquiera de las dos cosas me saldrán cosas relacionadas con sagas románticas paranormal (y sí, me estoy partiendo de risa mientras lo escribo). También busqué información sobre movimientos de tribus urbanas, estilos de música, lugares como el Castillo de Drácula... Lo más raro que busqué, creo, fue durante el primer intento de reescritura de La Historia hace dos años. Me vi tecleando sobre qué tipo de pájaro era frecuente en Transilvania. Cosas mías.
¿No os gusta la gente siniestra?
Además de eso, la otra fuente que usé para La Historia (y para mis otras historias) fue buscar imágenes que me inspirasen (o pudiese relacionar de alguna forma con lo que escribía). Es una tontería, pero ya entonces tenía una carpeta de imágenes bastante grande que durante la reescritura actual ha aumentado aún más (no olvidéis la anécdota del mapa donde transcurre La Historia que nos curramos Elsbeth y yo cuando empezaba a reescribir).
¿Y cómo recopilo esa información? Cada novela que escribo suele tener una carpeta que se compone del documento propiamente dicho, otro con anotaciones que retomar o detalles que incluir y una subcarpeta con un montón de páginas guardadas en Word que me pudiesen ser útiles. En algunas ocasiones, incluso me sirvieron para poner nombres algún personaje a partir de alguien que aparecía en ese texto. Aún conservo esa carpeta desde su escritura original entre 2008 y 2009. Llamadme raro.
En definitiva, las novelas tienen un trasfondo que las cimienta y suele ser la documentación, que es un proceso divertido o cuanto menos te permite hacer algo como este post.
Un saludo y espero ser más productivo la próxima semana.
¿No os gustan los fantasmas?
P.D.: He reescrito 417 páginas de 3225. Es decir, un 13%, pero del Primer Acto llevaría un 72%, por tanto puedo irme un rato a hacer el idiota lejos del ordenador. ¡Bien!
P.D. 2: Hacer el idiota lejos del ordenador y comer crepes, ¡bieeeeeeeeeeen!

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