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| Entrevista con el vampiro. Fuente. |
"Dios mata indiscriminadamente, y nosotros también. Porque ninguna criatura de Dios es como nosotros, ninguna se parece tanto a él como nosotros..."
LESTAT
Nueva Orleans. Un hombre ha perdido a su esposa y su hijo, su nombre es Louis y malvive buscando la muerte; sin embargo, lo que encontrará será a un demonio peor que la aciaga dama, un ser que vive eternamente a costa de la sangre ajena: Lestat. Louis se transforma así en el discípulo de un vampiro que ha cruzado eras para dejar su impronta, porque, al final, no hay bien ni mal, solo están ellos… para siempre.
Décadas después, Louis contará su vida, llena de pesares, en una entrevista con un escritor de mala muerte.
Anne Rice planteó hacer una revisión de los vampiros y tuvo la genial idea de que fuese mediante una entrevista. Desde ese momento, en que se rememora el pasado del entrevistado como si fueran unas memorias, estamos ante una crónica oscura como la vida misma y una forma magistral de renovar el género sin traicionar a sus raíces.
La labor de adaptar el primer libro de las Crónicas vampíricas de Anne Rice al cine podría haber acabado en desastre (como sí hizo otro de sus libros, varios años después: La Reina de los Condenados), pero se decidió hacer una buena cinta. La propia escritora elaboraría el guion, captando gran parte del alma de su libro, pero no haciendo un calco, sino realizando cambios y encajando nuevas piezas que no impiden que te acerques a la obra original y sigas sorprendiéndote con ella.
A todo esto, la dirección corrió a cargo de un buen realizador: Neil Jordan, quien ha elaborado cintas como En compañía de lobos o The Crying Game, donde su manera de captar sus guiones ante la cámara siempre conmueve al espectador. Su cuidado estilo y su capacidad de atrapar el espíritu de la obra hacen de Entrevista con el vampiro una película firmada tal y como se necesitaba, logrando ser uno de los mejores films sobre vampiros del cine.
Por su parte, el personaje con el que Louis parece hablar por primera vez desde hace años es el escritor, esa especie de periodista que se dedica a entrevistar a todos los bichos raros de una ciudad que quiere entender. Christian Slater no lo hace nada mal para un papel que en un principio iba a ser interpretado por el joven actor River Phoenix (Mi idaho privado), que murió poco antes.
Para sorpresa de muchos, el actor español Antonio Banderas concibe a un aristocrático vampiro llamado Armand (alejado de la imagen de niño inmortal de la novela), muy antiguo, pero que carente de la la luz de la auténtica vida, solo es una estatua de un bufón. Su tiempo ha pasado, es ruinas de la decadencia. Pese a que intenta escapar, nunca lo logrará porque está enfermo como el resto del Teatro de los Vampiros: para querer huir, deja morir. Es como el resto de los monstruos y Louis así lo entiende.
Otro de los mejores personajes de la trama tiene una relación muy estrecha con Louis y que pasa casi de padre e hija a incluso amantes. Es la niña transformada en vampiro: Claudia, a quien da vida Kirsten Dunst en el que seguramente sea uno de los mejores papeles de su carrera. Es fascinante contemplar cómo pasa de la inocencia a la manipulación y la crueldad, siendo una pupila aventajada de Lestat. Nos creemos que han caído décadas a sus espaldas y entendemos su frustración por no cambiar, por enamorarse del cadáver de una mujer que guarda entre las muñecas que le recuerdan que es una especie de muñeca de porcelana eterna.
Pero si por algo se hizo conocida esta película es por el mejor, Lestat. Tom Cruise se encontraba en estado de gracia y disfrutó siendo su personaje, solo así se explica su excelente interpretación. Baste decir que, en un principio, Anne Rice dudó sobre si Cruise interpretaría a su querido Lestat de la manera correcta, pero, tras ver la película, la autora elogió el trabajo del intérprete… Y es que el actor da vida a un inmortal complejo, carismático, siniestro, cruel, sarcástico, capaz de bailar con una muerta o disfrutar del Sympathy for the Devil de Los Rolling Stones (versionado en este caso por los Guns N´ Roses), que le viene ni que pintado.
Gracias al reparto funcionan tan bien escenas que se graban en la retina: la transformación de Louis o la de Claudia, la muerte de varios personajes, la venganza sobre los vampiros de Armand entre los que destacan el odioso Santiago (Stephen Rea, actor fetiche de Jordan)… Pero, para mí, una genial secuencia (por su mordacidad y tristeza) es cuando vemos a Lestat y Louis, como una especie de matrimonio malavenido, cuidando a la siniestra muñeca eterna que es Claudia, una dulce y caprichosa asesina.
Lejos de divagaciones y centrándonos en otros aspectos loables del film, la ambientación es estupenda. He visto pocas veces escenarios clásicos tan bien logrados, realistas, sucios y hermosos. Desde el barrio llevado por la peste hasta el París del Teatro de los Vampiros, todo compone la paleta de colores lúgubre que necesita esta cinta (donde desaparece el amanecer hasta que lo vemos a través de otras cintas como Nosferatu o Superman, un genial guiño para todos los cinéfilos). Ese aspecto de realismo, ayudado por la dirección, los actores y la ambientación, se consigue también con el vestuario más que notable; donde lo lujoso pronto cae en lo barato de los actos atroces.
A esto se suma una banda sonora deliciosamente clásica y bañada de congoja, que corre a cargo de Elliot Goldenthal. Imprescindible.
Por último, no me gustaría cerrar esta reseña sin deciros que Entrevista con el vampiro toma el mito del chupasangre y, aunque lo priva de algunas cualidades (el miedo a los crucifijos), por ello no deja de enriquecerlo al ser muy fiel a lo que significa esta criatura de la noche, como hacen pocas historias (por ejemplo, la injustamente desconocida Carmilla). Y es que pese a que algunos vampiros intenten parecer humanos, siguen siendo monstruos atormentados, sedientos de sangre, capaces del acto más hermoso y el acto más atroz. No están edulcorados ni ausentes de sentido, son capaces de lo mejor y lo peor, como nosotros, pero ellos no pueden morir y eso les condena. ¿A quién no?
Décadas después, Louis contará su vida, llena de pesares, en una entrevista con un escritor de mala muerte.
Bebe mi sangre
Entrevista con el vampiro funciona como una especie de cuento de hadas trágico: no hay esperanza, pero tampoco condena, a menos que sea eterna y terrible como una inmortalidad indeseable, a costa de asesinar a otros seres. Es así como tus deseos se tercian en sombras, solo hace falta esperar y si algo hace un inmortal es eso: esperar. El dolor y la pérdida se emanan en cada uno de los fragmentos de la novela, y esa melancolía pasa a la película con todas sus consecuencias.Anne Rice planteó hacer una revisión de los vampiros y tuvo la genial idea de que fuese mediante una entrevista. Desde ese momento, en que se rememora el pasado del entrevistado como si fueran unas memorias, estamos ante una crónica oscura como la vida misma y una forma magistral de renovar el género sin traicionar a sus raíces.
La labor de adaptar el primer libro de las Crónicas vampíricas de Anne Rice al cine podría haber acabado en desastre (como sí hizo otro de sus libros, varios años después: La Reina de los Condenados), pero se decidió hacer una buena cinta. La propia escritora elaboraría el guion, captando gran parte del alma de su libro, pero no haciendo un calco, sino realizando cambios y encajando nuevas piezas que no impiden que te acerques a la obra original y sigas sorprendiéndote con ella.
A todo esto, la dirección corrió a cargo de un buen realizador: Neil Jordan, quien ha elaborado cintas como En compañía de lobos o The Crying Game, donde su manera de captar sus guiones ante la cámara siempre conmueve al espectador. Su cuidado estilo y su capacidad de atrapar el espíritu de la obra hacen de Entrevista con el vampiro una película firmada tal y como se necesitaba, logrando ser uno de los mejores films sobre vampiros del cine.
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| Los personajes atormentados de Rice en la gran pantalla. Fuente. |
Y vive para siempre
Si por algo brilla Entrevista con el vampiro es por sus personajes. Brad Pitt encarna a un Louis cansado de la vida eterna. Pese a que muchos critiquen su carencia de gestualidad, lo veo perfecto porque entiendo que Louis está hastiado de la existencia, solo le queda su historia y la comparte sin emociones, más allá de la cruda ironía o de las lágrimas que no entiende. Al final, se demuestra que, pese a su humanidad como monstruo, también ha sucumbido en gran parte y tiene ciertos aspectos parecidos a su oscuro y detestado maestro: Lestat.Por su parte, el personaje con el que Louis parece hablar por primera vez desde hace años es el escritor, esa especie de periodista que se dedica a entrevistar a todos los bichos raros de una ciudad que quiere entender. Christian Slater no lo hace nada mal para un papel que en un principio iba a ser interpretado por el joven actor River Phoenix (Mi idaho privado), que murió poco antes.
Para sorpresa de muchos, el actor español Antonio Banderas concibe a un aristocrático vampiro llamado Armand (alejado de la imagen de niño inmortal de la novela), muy antiguo, pero que carente de la la luz de la auténtica vida, solo es una estatua de un bufón. Su tiempo ha pasado, es ruinas de la decadencia. Pese a que intenta escapar, nunca lo logrará porque está enfermo como el resto del Teatro de los Vampiros: para querer huir, deja morir. Es como el resto de los monstruos y Louis así lo entiende.
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| El Lestat de Tom Cruise, uno de los mayores aciertos de Entrevista con el vampiro. Fuente. |
Pero si por algo se hizo conocida esta película es por el mejor, Lestat. Tom Cruise se encontraba en estado de gracia y disfrutó siendo su personaje, solo así se explica su excelente interpretación. Baste decir que, en un principio, Anne Rice dudó sobre si Cruise interpretaría a su querido Lestat de la manera correcta, pero, tras ver la película, la autora elogió el trabajo del intérprete… Y es que el actor da vida a un inmortal complejo, carismático, siniestro, cruel, sarcástico, capaz de bailar con una muerta o disfrutar del Sympathy for the Devil de Los Rolling Stones (versionado en este caso por los Guns N´ Roses), que le viene ni que pintado.
Gracias al reparto funcionan tan bien escenas que se graban en la retina: la transformación de Louis o la de Claudia, la muerte de varios personajes, la venganza sobre los vampiros de Armand entre los que destacan el odioso Santiago (Stephen Rea, actor fetiche de Jordan)… Pero, para mí, una genial secuencia (por su mordacidad y tristeza) es cuando vemos a Lestat y Louis, como una especie de matrimonio malavenido, cuidando a la siniestra muñeca eterna que es Claudia, una dulce y caprichosa asesina.
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| Claudia y Louis, la inocencia y la perversidad. Fuente. |
Lejos de divagaciones y centrándonos en otros aspectos loables del film, la ambientación es estupenda. He visto pocas veces escenarios clásicos tan bien logrados, realistas, sucios y hermosos. Desde el barrio llevado por la peste hasta el París del Teatro de los Vampiros, todo compone la paleta de colores lúgubre que necesita esta cinta (donde desaparece el amanecer hasta que lo vemos a través de otras cintas como Nosferatu o Superman, un genial guiño para todos los cinéfilos). Ese aspecto de realismo, ayudado por la dirección, los actores y la ambientación, se consigue también con el vestuario más que notable; donde lo lujoso pronto cae en lo barato de los actos atroces.
A esto se suma una banda sonora deliciosamente clásica y bañada de congoja, que corre a cargo de Elliot Goldenthal. Imprescindible.
Por último, no me gustaría cerrar esta reseña sin deciros que Entrevista con el vampiro toma el mito del chupasangre y, aunque lo priva de algunas cualidades (el miedo a los crucifijos), por ello no deja de enriquecerlo al ser muy fiel a lo que significa esta criatura de la noche, como hacen pocas historias (por ejemplo, la injustamente desconocida Carmilla). Y es que pese a que algunos vampiros intenten parecer humanos, siguen siendo monstruos atormentados, sedientos de sangre, capaces del acto más hermoso y el acto más atroz. No están edulcorados ni ausentes de sentido, son capaces de lo mejor y lo peor, como nosotros, pero ellos no pueden morir y eso les condena. ¿A quién no?
“Pero existía un infierno, y a donde quiera que fuéramos, yo estaba en él”
LOUIS.
