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| Sin Perdón de Clint Eastwood. Fuente. |
"Matar a un hombre es algo despreciable. Le quitas todo lo que tiene, y todo lo que podría llegar a tener".
Hay películas que merecen que te alejes de la temática más inmediata del blog y "Sin Perdón" del director (y actor) Clint Eastwood es una de ellas, sí o sí.
En este western crepuscular (quizás el más crepuscular de todas), se nos cuenta cómo un granjero viudo que cuida de su familia sin a penas medios, se ve obligado para ayudarla a volver a ser lo que juró a su mujer que nunca volvería a ser: el cruel forajido Bill Munny.
Sobre un guión magnífico, la historia se vertebra sobre la redención, la vejez, la condena, el olvido, la venganza, el pasado y los remordimientos, desmitificando desde el cariño el género.
Nadie mejor que Eastwood para rodar su última película del Oeste, las cuales le habían dado fama. Ponía fin a esa parte de su vida con un personaje que podía recordar a otros que encarnó en su juventud, pero ahora como un anciano.
Así, Clint Eastwood cumple no sólo como director, sino también como protagonista de la cinta, apoyado por un más que solvente Gene Hackman (como "Little Bill", nunca alguien decente ha sido tan hijo de perra), Morgan Freeman (en el papel de Ned, un amigo que no ha olvidado quién era realmente Bill Munny) y Richard Harris (en el papel de Bob el Inglés, personaje que ha "creado" su propia vida), entre otros.
Con una música triste, melancólica, "Sin Perdón" se convierte en una de las mejores películas no sólo del western, sino de la Historia, en la que quizás su ritmo algo pausado la mate en algunos momentos.
Pero esto es buen cine y a Clint Eastwood se le perdona todo (y no es un chistecito, lo prometo).
NOTA: Peliculón imprescindible para todo aquel que quiera ver buen cine, que le haga pensar, y este dispuesto a probar con un género tan olvidado (para algunos) hoy en día.
